El año Murillo arranca con tres exposiciones, música en el Maestranza, jornadas de investigación y divulgativas y la Casa Murillo como eje de los itinerarios en torno al artista. El Ayuntamiento dispondrá de una oficina específica para trabajar en la programación y en la captación de socios y patrocinadores que se ubicará en el Centro de la Cerámica de Triana.
En 1658 un ya maduro Bartolomé Esteban Murillo viajó a Madrid a visitar las Colecciones Reales. Probablemente no fue su primer viaje a la Corte pero, a diferencia de Velázquez, el pintor sevillano nació y murió en su ciudad, donde obtuvo el reconocimiento de sus contemporáneos. En Madrid nunca llegó a triunfar. 400 años después de su nacimiento, en el marco de la conmemoración del Año Murillo, el alcalde de Sevilla y la consejera de Cultura han presentado esta eferméride en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Por fin, Murillo ha conquistado la capital.
“El año Murillo ya ha sido presentado en Londres, Madrid y Sevilla y, tras su presencia en FITUR, se trasladará a Berlín, París o Nueva York., . En los próximos meses haremos actos similares en Nueva York, Berlín o Paris” anunció el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, al numeroso público asistente. “No puede haber un lugar mejor en Madrid para presentar a Murillo”, comentó el primer edil. En efecto, la institución alberga en su colección cuatro obras singulares del pintor sevillano. Entre ellas destaca “San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres”, que durante siglos decoró las galerías del convento franciscano cuyo solar ocupa actualmente la Plaza Nueva aneja al Ayuntamiento.
El acto comenzó con la intervención del director honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Bonet Correa, que dio una conferencia magistral sobre la Sevilla que conoció Murillo. “Sevilla y Murillo son una misma cosa. Pocas veces una ciudad y un artista han tenido una relación tan intensa.”, describió el académico en su intervención.
A continuación intervino Rosa Aguilar, la consejera de Cultura, que tras reconocer las aportaciones de Antonio Bonet a la cultura andaluza, fue desgranando la programación que su departamento ha diseñado para el Año de Murillo. El Museo de Bellas Artes de Sevilla cogerá de diciembre de 2017 a marzo de 2018 una exposición sobre el programa iconográfico que Murillo ideó para el convento de los Capuchinos. Por primera vez en 200 años, “El Jubileo de la Porciúncula” regresará a la ciudad tras su exilio. No será la única gran muestra organizada por la Consejería, en diciembre de 2018 se inaugurará una gran exposición antológica en la que se reunirán lienzos procedentes de los museos más importantes de Europa.
Rosa Aguilar, recordó así mismo, la restauración que se está acometiendo en este momento por parte del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico sobre las dos célebres obras de Murillo en el Hospital de la Santa Caridad, “La multiplicación de los panes y los peces” y “Moisés hace brotar el agua en el desierto”.
Cerró el turno de intervenciones Juan Espadas. “Queremos que el Año Murillo sea inolvidable, que esté a la altura de aquel al que hace homenaje”. El alcalde declaró la intención de que todas las actividades de la programación ordinaria de la vida cultural sevillana se impregnen del espíritu de Murillo. “La Bienal de Flamenco o el Festival de cine deben oler a Murillo”.
El alcalde mostró así mismo su satisfacción porque la exposición “Velázquez y Murillo” que actualmente celebra la Fundación Focus en el Hospital de los Venerables haya superado los 800 visitantes diarios. Así mismo anunció el reciente compromiso de la Casa de Alba para traer al Palacio de las Dueñas el “Retrato de un eclesiástico” para integrarlo de esta manera en los itinerarios de Murillo.
Juan Espadas se refirió también al ministro de Educación, Cultura y Deporte, ausente en el acto. “Estoy convencido de que el Ministerio también va a estar en esto, porque el Año Murillo es un proyecto de Estado”. Además manifestó su deseo de que la declaración del Año Murillo como Evento de especial interés público y los beneficios fiscales que esto conllevará se materialicen más pronto que tarde. El acto concluyó con una interpretación musical por parte de la cantaora Carmen Linares de poemas de Lorca y Miguel Hernández.