Planetas lejanos, misteriosos seres que los habitan, ejércitos que luchan mediante imágenes virtuales… Todo esto y más sucede en la última superproducción que nos llega de Hollywood de la mano de James Cameron. Tras el éxito que obtuvo con Titanic, el director, guionista y productor canadiense nos sorprende con esta nueva película repleta de efectos especiales, muy alabados en Estados Unidos y que suenan como un claro candidato a la próxima edición de los Oscar.
Sara Montilla. Con más de dos horas y cuarenta minutos de duración y un presupuesto que rebasa los 200 millones de dólares, James Cameron (Titanic) vuelve a las grandes pantallas con un estreno de esos que no pasan desapercibidos.
Se trata de Avatar, una historia que se sitúa en un futuro lejano y en la que Jake Sully (Sam Worthington), un veterano de guerra que ha quedado parapléjico es trasladado al planeta Pandora, habitado por la raza alienígena de los Na’vi. Debido a que la atmósfera de Pandora es tóxica, han creado el Programa Avatar, en el que guías humanos tienen sus conciencias unidas a un avatar, un cuerpo biológico controlado de manera remota que puede sobrevivir en ese entorno. Estos avatares han sido creados genéticamente como híbridos combinando ADN humano con el de los nativos de Pandora.
Transformado en un extraterrestre alto y de piel azulada, Sully pasa a integrarse en la cultura de los Na’vi, hasta tal extremo que llega a enamorarse de Neytiri (Zoë Saldaña), una alienígena que le salva la vida y lo invita a formar parte del clan.
Muchas son las expectativas que se han situado sobre esta película, y es que el regreso de James Cameron ha dado que hablar. En diciembre de 2006, Cameron explicó que la demora en la producción de la película se debe a que quiso esperar hasta que la tecnología necesaria para crear su proyecto cinematográfico fuera lo suficientemente avanzada.
Aunque lo parezca, no es fácil crear una película virtual, pues, a diferencia de otros métodos de captura de movimiento, el entorno digital se añade después de que las imágenes de los actores hayan sido capturadas. La nueva cámara virtual que utilizó James Cameron le permitió observar directamente en un monitor cómo los actores virtuales homólogos interactúan con la película del mundo digital en tiempo real, pudiendo así ajustar y dirigir las escenas como si fuese acción en vivo.
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¿Logrará ser la película más taquillera de la historia?
Esta es una de las grandes preguntas que giran en torno a este filme, pero para que esto ocurra o para que, al menos, se sitúe entre las cinco películas con mayor recaudación, Avatar tiene que superar las elevadas cifras de películas como Titanic (1.824.000 $), El señor de los anillos: El retorno del Rey (1.119.100 $), Piratas del Caribe: el cofre del hombre muerto (1.066.200 $), El caballero oscuro (1.001.900 $) y Harry Potter y la piedra filosofal (914.700 $). ¿Será capaz de superar el reto?