Maravillosa interpretación de Roberto Álamo en el papel de Urtain, nombre del boxeador vasco que da nombre a la obra que Animalario -con texto de Juan Cavestany y dirección de Andrés Lima- ha traído al Teatro Central viernes y sábado.
 
Miguel Ybarra Otín. Roberto Álamo realiza una interpretación sublime, llena de sentimiento, rebosante de fuerza, magnífica, brutal. La de un personaje triste, José Manuel Urtain, boxeador campeón de Europa en el 70 y cuya lenta caída comenzó con el éxito: así comienza la obra -desarrollada enteramente sobre un ring-, evocando el suicidio del personaje en 1992, días antes de iniciarse las olimpiadas en Barcelona, cuando él ya estaba olvidado y arruinado, cuando saltó desde un décimo piso.

La historia se cuenta en diez rounds. Con magnífica iluminación, dando distintos tonos a la obra, desde el espectacular con el showman extravagante que nos la narra -grande Víctor Marsans en otro derroche de fuerza-, hasta la fotogenia del combate -puñetazo y sudor al aire- y a los momentos de soledad y abatimiento, con precioso juego de luz final.

Urtain es siempre un hombre triste, dubitativo, desconfiado de los amigos interesados que continuamente tiene alrededor. Que le toman a broma y le llevan a sentir traicionado: en una magnífica escena aparece abatido y cabizbajo en el centro, iluminado con luz brillante, cual estrella, y cuya luz alimenta los problemas y negocios que se interpretan girando a su alrededor.

De igual forma que Urtain fue España, España acabó con Urtain: “¿Qué he hecho yo para que todo lo que hago sea tan sucio?”, se queja. “Me gusta el boxeo porque me da dinero, pero no lo amo”, dice mediado el espectáculo. Y el espectáculo habla de tongos, de apuestas y de tranquilizantes de elefante. También con humor, con canciones de Raphael, chistes de Eugenio y Gila. Con 50 papeles interpretados -todos a gran altura- por 5 actores y 3 actrices.

Grandes texto -bien hilado- y dirección. Teatro de sentimientos, sensaciones, gran ritmo, enorme fuerza. Magnífica obra. Impresionante Roberto Álamo. Una obra y una interpretación para recordar.