‘Noche Blanca, noche fatua’, por Francis Segura
Si hay un día en que Sevilla se rinde a la cultura y ésta se apodera de la capital hispalense, ése es el que anualmente, y desde hace cuatro años, Sevilla Se Mueve reserva para la Noche en Blanco.
Porque Sevilla, y particularmente los sevillanos, volvieron a acoger de forma efusiva esta velada destinada a promover las iniciativas culturales que durante todo el año se pueden disfrutar en la ciudad y, sobre todo, para conocer enclaves que difícilmente y en otras circunstancias se pueden visitar si no es en ocasiones extraordinarias como ésta.
Como muestra de su éxito, y a falta de la valoración que en los próximos días corresponderá a la propia organización, ahí están las cientos de instantáneas que no han dejado de compartirse a través de las redes sociales desde última hora de la tarde de este viernes. Y, si no es suficiente, el dato más que significativo de las 2.600 visitas a la hora que ha recibido desde poco antes de las 20:00 horas la Catedral, quizá el monumento entre los monumentos. Basta hacer cálculos y echar cuentas para tener una idea aproximada de la respuesta –masiva- a la propuesta ‘noctámbula’ de Sevilla Se Mueve.
La tónica ha sido ésta. Colas, y más colas, y de nuevo colas para acceder, por norma general, a los distintos espacios museísticos y culturales que han abierto sus puertas durante la Noche en Blanco. Por eso, tocaba armarse de paciencia para poder disfrutar de lugares como el Castillo de San Jorge, con colas que, en momentos de la noche, llegaban a cruzar por entero el Puente de Triana.
Éxito también de participación en el Acuario de Sevilla que, celebrando su primer aniversario, incluso se vio desbordado y tuvo que anunciar al filo de las 20:00 horas que daba por concluida la venta de entradas por cuestiones de seguridad, según informó a través de su cuenta en Twitter.
Imagen muy parecida en otros espacios, como el Archivo de Indias, el Museo de la Ciencia y el Antiquarum. O en las propuestas musicales del Maestranza.
Las visitas guiadas, con numerosas rutas repartidas por el centro de la ciudad y sus barrios, también han sido bien recibidas, con grupos que, en muchos casos, alcanzaban el medio centenar de personas.
Espadas: “Tenemos que estar a la altura”
Precisamente, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que iniciaba su participación en la Noche en Blanco en la Catedral hispalense, se sumaba al “éxito rotundo” de la cita. “Es evidente que, año tras año, y ya son cuatro ediciones, se demuestra que la cultura en la calle, demandada por los ciudadanos y por la noche, con una oferta tan potente como tiene esta ciudad, triunfa. Y el ciudadano demanda”.
“El éxito está”, aseguraba Espadas. “Tenemos que intentar ser capaces de estar a la altura y ofrecer lo que la gente está demandando”, añadía.
Junto a ello, el primer edil ha querido lanzar sus “reflexiones”. “Si tuviéramos más oferta cultural y pusiéramos en valor contenedores culturales con nuevas ofertas que en esta ciudad no han tenido cabida, nos encontraríamos con un respaldo popular y un resultado parecido a éste”, aseguraba.