atarazanas-2

‘Las Atarazanas del siglo XXI’

Díaz y Espadas desbloquean la Ciudad de la Justicia, la Politécnica y las Atarazanas

La Comisión de Patrimonio de Sevilla aprueba el nuevo proyecto básico de Vázquez Consuegra para las Atarazanas.

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, órgano consultivo de la Consejería de Cultura, ha informado favorablemente sobre el nuevo proyecto básico elaborado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra para la rehabilitación de las Reales Atarazanas de Sevilla, construidas en 1252 bajo el reinado de Alfonso X y declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), y su transformación en un nuevo espacio cultural, según informa la Consejería de Cultura.

El nuevo diseño, que sustituye al pergeñado también por Vázquez Consuegra para la creación de un espacio cultural Caixaforum en el monumento, enclavado en pleno casco histórico de Sevilla, plantea mantener libre de uso el espacio medieval de la planta baja, el sistema estructural de las primitivas atarazanas mudéjares, así como abrir el espacio hacia la calle Dos de Mayo, como una posibilidad más respecto al actual sistema de acceso.

Asimismo, se consagra como sala principal de exposiciones la primera planta del edificio de cabecera, construido como Maestranza de Artillería por Carlos III a finales del siglo XVIII. Por último, el plan concentra los nuevos usos en la planta alta de las naves, donde «es más viable la intervención arquitectónica y hacia donde el edificio ha crecido en tiempos recientes», según expone en un comunicado la Consejería de Cultura.

Esta intervención, según defiende el departamento de la consejera Rosa Aguilar, «garantizará la conservación y disfrute público del espacio», propiedad de la Junta de Andalucía desde 1993, y se enmarca dentro de un programa global de actuación que va a gestionar, no sólo la intervención sobre el bien, sino su futura conservación y mantenimiento.

Las nuevas Atarazanas

El nuevo proyecto básico para el futuro Centro Cultural Atarazanas fue presentado ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla el 11 de marzo de 2015 por la Fundación La Caixa, para obtener la preceptiva licencia de obras. Tras el nombramiento de Rosa Aguilar como consejera de Cultura, los responsables de la entidad y el arquitecto del proyecto mantuvieron un encuentro con la consejera para informarle del plan diseñado para las Reales Atarazanas.

La Junta de Andalucía acordó en 2008 con la Fundación La Caixa la cesión durante 75 años del antiguo recinto de las Reales Atarazanas, de titularidad autonómica y declaradas Bien de Interés Cultural, al objeto de que la entidad bancaria rehabilitase el monumento y crease allí un nuevo espacio cultural Caixaforum.

A tal efecto, La Caixa encargó al arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra que diseñase la necesaria propuesta de intervención en el monumento. El proyecto de Vázquez Consuegra implicaba una inversión de 25 millones de euros para la restauración y adaptación del monumento.

Pero finalmente, la Fundación La Caixa decidió en 2012 no materializar en las Reales Atarazanas su proyecto de centro cultural Caixaforum. Tras no prosperar la iniciativa en la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense, que reclamaba para la actuación un plan especial que la Junta de Andalucía creía innecesario pese a figurar en el planeamiento urbano, la entidad bancaria resolvió instalar su centro cultural en el complejo de la torre de 178 metros de altura que, desde hace años, promovía en el sector sur de la Isla de la Cartuja la caja de ahorros Cajasol, fagocitada entonces por Caixabank.

Tras la decisión de la Fundación La Caixa, seguida de un intenso debate público y político, la Junta de Andalucía, la Fundación La Caixa y la Fundación Cajasol, comenzaron a negociar un nuevo acuerdo marco para el destino este espacio monumental, en unos términos según los cuales el Gobierno andaluz invertiría unos 1,2 millones de euros al año en el monumento y La Caixa destinaría unos diez millones de euros para la rehabilitación y recuperación dintegral el antiguo astillero, aportando la Fundación Cajasol 200.000 euros anuales, si bien finalmente la participación de la Fundación Cajasol ha quedado fijada en 400.000 euros.