Lebaux es un poderoso empresario de mediana edad que se ha casado con una joven a la que le lleva treinta años. Sus negocios internacionales no siempre están dentro del marco de la legalidad. Si bien, cuenta con su abogado de confianza, Degand, que astuto y meticuloso, le ayudará a resolver ciertos problemas, y en concreto el más reciente: un grupo de cuatreros de medio pelo que le están chantajeando con unas supuestas fotos de negocios sucios en países tercermundistas.

En otro plano aparecen Claude y Daniel, los chantajistas: Una pareja joven de vida miserable que resuelven que el chantaje a este pez gordo les traerá el dinero que necesitan para ser felices. Este plan “ideal” se convierte en una catástrofe que no salvará a nadie de los infiernos. La novela es apasionante, y no tanto por los acontecimientos en sí mismos como por conocer a fondo las vidas de estos personajes. Se destaca la intriga desde el comienzo al final. Con un desenlace claramente alarmante que deja un mensaje muy suspicaz… 

Los momentos flashbacks están relatados con tanta maestría que el lector sabe en todo momento en dónde se encuentra sin necesidad de explicaciones. Es como un mar que fluye, que se retrae y que vuelve a la orilla con tanta suavidad que te dejas lleva a un lado y a otro sin notarlo, sin brusquedades. Con estos flashbacks retrocedemos para conocer más a fondo las motivaciones de los personajes, sus inicios, sus miserias o sus logros, y comprender el resultado de sus presentes en sus vivencias pasadas. El realismo es brutal, y no sólo en cuanto a los personajes, sino además la escenografía en la que transcurre la acción, Bruselas. Lugar descrito por alguien que ha respirado Bruselas, que conoce sus entrañas, las remueve y las muestra con todo conocimiento de causa.

La novela también abarca temas políticos y socioeconómicos de este país y su relación con el Congo, lo cual, además de servir como base de la trama, le da un toque instruido, y pone más en relieve el transcurso de la acción. Por todo esto, Las vidas ajenas, es una fotografía del alma humana dentro de su contexto sociocultural, al igual que de la propia ciudad de Bruselas. Ambos, personajes y lugar, descienden en paralelo y se alejan de estereotipos y presunciones simplistas bajo el marco de una lupa objetiva que no apuesta por buenos ni malos.

Las vidas ajenas, es otra gran obra del polifacético José Ovejero. Digo lo de polifacético porque siempre me sorprenden sus diferentes maneras de narrar, sus estilos dispares. Aun así siempre encuentro la esencia de José: su forma cruda de ofrecer la realidad. Su autenticidad alejada de floripondios narrativos. Su escritura sencilla y a la vez impactante. Las vidas ajenas, recuerda en cierta medida a su libro de relatos Qué raro son los hombres. En ambas obras nos asomamos a la vida de los personajes. Aunque en Qué raros son los hombres se da una mirada rápida, como cuando se hace escondido tras una mirilla o una ventana, mientras que en Las vidas ajenas nos adentramos en el alma de los personajes, sus maneras de concebir el mundo, sus batallas emocionales y diarias; una visión más visceral de cada uno de ellos.

Es por eso que el título es perfecto: Las vidas ajenas, ya que es una novela escrita para un fisgón, pero no me malinterpreten: no me refiero a un fisgón que busca recrearse el ojo con la acción -que también-, sino a aquel que se intriga en las motivaciones de ciertas personas a actuar de un modo u otro; por lo que, más que contemplar al personaje, se trata de meterte en su piel y vivir por él. De pronto te conviertes en un empresario multimillonario, un abogado locuaz, un emigrante ilegal, una madre soltera, un adicto a los medicamentos, etc…

Como dije: una novela completamente recomendable para disfrutar de una lectura amena, entretenida, instructiva, cargada de reflexiones y pensamientos que te meterán en la piel de personajes muy dispares entre sí; que te invitarán a indagar en la psique y las emociones humanas a través de una trama intrigante. En fin, una maravilla literaria.

Idioma original: Español

Año de publicación: 2005

Valoración: Muy recomendable