Bustos de Alonso Cano

De esta forma, ya están completamente restaurados los bustos de Adán y Eva, Virgen de Belén y de San Pablo. El IAPH, que comenzó con la intervención en enero de 2008 y la ha finalizado este octubre, ha querido devolver a las obras su belleza original, puesto que las piezas han sido restauradas en numerosas ocasiones con anterioridad.

Sevilla Actualidad. El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), entidad de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ha concluido la intervención de cuatro esculturas del artista granadino Alonso Cano, uno de los máximos exponentes del barroco andaluz. Las piezas, ubicadas en la Catedral de Granada, han sido restauradas ya en anteriores ocasiones, habiendo sido repolicromadas, coincidiendo probablemente con su participación en diferentes exposiciones desde principios del siglo XIX.

De enero del 2008 a octubre de este año, el IAPH ha efectuado estudios previos de radiología, examen de los bustos con iluminación ultravioleta, estudio de la superficie policroma con lupa binocular y estudio de correspondencia de capas policromas, así como los estudios de caracterización de los materiales constitutivos de la obra, como la identificación de la madera y una exhaustiva analítica de la policromía.

En líneas generales y siguiendo los criterios del Instituto, la metodología de conservación-restauración aplicada en la intervención de las esculturas ha consistido en la consolidación del soporte, la limpieza general de depósitos superficiales y la eliminación de repintes.

Los bustos de Adán y Eva fueron realizados por Alonso Cano hacia 1666, quedando sin concluir debido a la muerte del autor. Por este motivo, la policromía la llevó a cabo Juan Vélez de Ulloa en 1676. En estas piezas se pone de manifiesto la evidente genialidad de Cano, incluso sin concluir su policromía, trasmiten a través de sus volúmenes la grandeza de su modelado y su aguda intención expresiva.

La Virgen de Belén, realizada en 1664 para sustituir a la Inmaculada que el maestro había tallado para el remate del Facistol de la catedral granadina, Cano sigue el esquema compositivo de su última Inmaculada aunque con algunas variantes. Los extraordinarios méritos de la obra sustituta hicieron que fuera llevada al museo catedralicio y reemplazada por otra Inmaculada de Diego de Mora.

El busto de San Pablo, realizado en la última etapa del artista, en torno a los años 1660 y 1665, se conserva en el Museo de la Catedral de Granada. Se trata de una obra maestra absoluta en la que se desmarca de sus habituales formas intimistas y concentradas para ofrece una escultura extrovertida, de rasgos atormentados, vigorosa expresión y abundante barba labrada a base de sinuosas y largas guedejas de cabello, efecto ensayado anteriormente por imagineros como Andrés de Ocampo.

Primera restauración sobre cobre

Asimismo, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha iniciado el complejo proceso de restauración de una serie de seis pinturas flamencas sobre cobre procedentes del Hospital de la Caridad de Cádiz, y que se encuentran en grave estado de conservación. La conservación de los óleos (60 x 80 cm) enfrenta al IAPH a la ‘enfermedad del bronce’ o problema de deterioro interno del metal, que se manifiesta a través de manchas pulverulentas y puntos de relieve de color verde claro.

A ello se suma la imposibilidad de estabilizar el soporte de cobre ante las variaciones y niveles de humedad, por lo que no es posible aplicar los habituales tratamientos de estabilización total que se pueden aplicar en obras realizadas exclusivamente con metal. Por este motivo, las piezas se están sometiendo a un proceso de limpieza, fijación y reintegración cromática, y en ellas se han aplicado tratamientos de sellado e inhibición de la corrosión en zonas donde existe pérdida de capa pictórica.

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