Interesante película con la que iniciamos estas críticas de filmoteca. Hablaremos semanalmente de títulos clásicos y cine independiente y de autor al que la (i)lógica comercial aparta de las carteleras. El de hoy es un buen film del por aquí prácticamente desconocido director taiwanés Hou Hsiao Hsien. Recomendación para cinéfilos.

Miguel Ybarra Otín. “Millennium Mambo” es una película de tono dulce, suave, suave como el porno softcore que Shu Qi, su protagonista, realizaba al inicio de su carrera cinematográfica. Hoy es una gran actriz. Y tremendamente dulce, como la forma que tiene el director de esta cinta, el taiwanés Hou Hsiao Hsien, de contarnos una historia dura en realidad: Vicky (Shu Qi) es una joven perdida, sin rumbo, que siempre acaba volviendo con su novio -un imbécil drogadicto y posesivo- al poco tiempo de dejarlo. Conviven en un apartamento de Taipei, allí donde él controla las llamadas telefónicas de ella, su bolso, sus tarjetas, su olor -buscando huellas de otros besos- si ella ha salido de fiesta. Discuten. “Vivimos en dos mundos diferentes”, repite él. Dos mundos distintos, de intereses distantes, pero dos mundos paralelos -la pareja sigue junta- o a veces tangentes -cuando Vicky ya no aguanta y escapa-.

Todo ello ocurre ante una cámara de mirada cálida. Suave en sus movimientos, jugando a bellos encuadres, brindando una fotografía también dulce, colores acaramelados. Una cámara y una forma de narrar diría que muy femeninas. Y situadas en el mundo de ella, de Vicky, que es blanco puro cuando escapa de él: preciosas imágenes de paisajes nevados: una en la que Vicky y un amigo hunden sus rostros en la nieve para contemplar después el retrato -que queda desdibujado, como esta chica que quizás no sabe bien ni quién es. Tema planteado en el film: esa juventud que deambula, busca trabajo, busca evasión, sueña y bebe, bebe y sueña-.

Más bonitas imágenes de nieve son las de carreteras recorridas por Vicky junto a Jack -otro amigo- en el auto de éste: salen del túnel y llega el blanco; ella abre el techo y se levanta en una secuencia elegante. Acompaña siempre de fondo una cálida música electrónica muy en la línea de todo el film: envuelve en tono amable la historia casi hasta en sus discusiones y peleas. Hsiao Hsien trabaja con un guión sencillo, una historia simple; pero la cuenta muy bien. A veces deja la cámara fija y juega con los silencios. Parece que no ocurra gran cosa. Son momentos de unas vidas en las que, más allá de los problemas y los sueños, tampoco pasa mucho. Esos momentos se nos muestran sin una linealidad temporal: son simplemente distintas escenas de sus vidas que sirven de muestra de lo que es una historia de amor ya deshilachada.

Decía Jean-Luc Godard que “hay que ver la historia, no explicarla”. Y así lo hace Hsiao Hsien con esta particular narración. Conocemos además a los personajes por lo que hacen, no por lo que dicen. Y vemos una relación imposible, un tema que está presente en cada uno de los planos de esta película.

Ficha de “Millennium Mambo”

Dirigida por Hou Hsiao Hsien.
Guión de Chu Tien Wen.
Elenco principal: Shu Qi (Vicky), Tuan Chun Hao (Hao Hao), Jack Kao (Jack).
Fotografía de Mark Lee Ping Bing.
Música de Lim Giong y Yoshihiro Hanno.
Año 2001.
Producción Taiwán – Francia.
Duración: 119′.

Nota: “Millennium Mambo” está en los fondos de la biblioteca pública Infanta Elena y de la videoteca de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sevilla.

Próxima crítica: “El paso suspendido de la cigüeña” (1991), de Theo Angelopoulos, director griego, todo un clásico en activo. Muy interesante. En esta cinta, un joven periodista acude al norte de Grecia, frontera con Albania, para conocer la vida de inmigrantes que allí esperan un permiso para moverse hacia otros lugares. El periodista (Gregory Karr) cree ver entre esos inmigrantes a un fantasma: un alto político que desapareció misteriosamente años atrás (Marcello Mastroianni).

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