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Tras recibir el Giraldillo al Mejor Baile en 2012 por su “Utopía”, María Pagés vuelve a la Bienal con el estreno absoluto de “Siete golpes y un camino”, un montaje “hecho especialmente” para esta XVIII edición, un hecho que la bailaora define como una consecuencia de “su compromiso” con ella.

“La Bienal es parte de mi trayectoria, de mi vida”, añadió, y por esta misma razón Cristóbal Ortega, Director de la Bienal, agradeció a la sevillana en la rueda de prensa su continuo apoyo a la Bienal y esa demostración palpable que supone para esta cita “la creación de este espectáculo ex profeso“.

En “Siete golpes y un camino” la palabra es importante, ya que Pagés narra, en clave coreográfica flamenca, el devenir como encarnación de la dialéctica serena del tiempo y la apropiación del futuro. Para ella, define “el momento en el que estoy, los últimos siete años de creación y la iniciación a la madurez”. Le han servido, para esta travesía, las palabras de muchos poetas, pero especialmente Machado, uno de los favoritos de la sevillana y “quien mejor ha captado la idea del camino”.

Mañana miércoles día 17 a las 20:30h. se producirá el regreso de la ganadora del Premio Nacional de Danza 2002 en la modalidad de Creación, al frente de su Compañía, tanto a esta Bienal como al Teatro de la Maestranza.

‘Siente golpes y un camino’ 

Siete golpes y un camino narra en clave coreográfica flamenca el devenir como la encarnación de la dialéctica serena del tiempo y la apropiación del futuro. María Pagés recoge en dichos siete golpes los últimos siete años (2007-2014) de su producción artística, que considera como la iniciación a la madurez.

Capta el camino como la imagen de las nostalgias y de todas las esperanzas: describe la paradoja del ser humano que es: un proyecto de futuro, que acaba irremediablemente en la oscuridad de la duda. Camino hecho, camino por hacer, camino de ilusión, camino de preguntas, camino de respuestas por llegar, camino para el amor, camino para el compromiso con la vida…
Siete golpes y un camino es un montaje hecho especialmente para la Bienal de Sevilla. Golpe, compás, esfuerzo, palabra en el tiempo, cante, poesía, camino. Un viaje desde/en el interior de la educación sentimental y de la historia creativa de la bailaora y coreógrafa sevillana. La Bienal forma parte ese viaje, círculo de todas las emociones. En ella ha aprendido, en ella va creciendo.