La muerte del padre es el primer libro del total de seis que componen la obra Mi lucha, del escritor noruego Karl Ove Knausgard, nacido en 1968, y que alcanzó el reconocimiento tras el lanzamiento de su primera novela, Fuera del mundo, la cual supuso todo un éxito de ventas y crítica y a la que siguió Un tiempo para todo.

Publicada en España en septiembre de 2012 por Anagrama, La muerte del padre es el principio de un proyecto autobiográfico ya publicado por completo en su país y con el que ha recibido numerosos galardones. Inicia su obra con esta novela en la que narra la relación mantenida con su padre desde la adolescencia y sobre todo la propia muerte de éste, producida después de recluirse en un depresivo mundo en el que se emborracha una y otra vez hasta morir. Karl Ove y su hermano Yngve deben hacerse cargo del funeral de su progenitor y acercarse a la que ha sido su vida en los últimos años, una vida plagada de oscuridad, soledad, desecho y reclusión en una casa que ha dejado prácticamente destrozada, junto a su madre, abuela de los dos muchachos, senil y medio alcohólica, también, que es quien encuentra el cadáver en el sillón de su propia casa.

Knausgard reflexiona sobre los sucesos de la vida encuadrándolos sobre la suya propia. Y es que si la literatura es contar historias y transmitir sentimientos debería no importar que estas historias fuesen reales o ficcionadas. A fin de cuentas, decía José Luis Sampedro que “un escritor es un minero de sí mismo”, y eso significa que la propia experiencia se convierte en el caudal del que se nutren los libros propios.

La muerte del padre es una novela encuadrada dentro del realismo sucio, movimiento nacido en la década de los 70 en Estados Unidos, cuyo máximo exponente fue Raymond Carver, que consiste en narrar historias de gente corriente y personajes grises a los que no les sucede nada extraordinario, con lenguaje premeditadamente sencillo y utilizando los recursos mínimos para contar historias cotidianas.

Karl Ove Knausgard introduce en este Realismo Sucio la narración en primera persona a cargo de un narrador protagonista que es él mismo. Cabe destacar este tipo de narraciones en primera persona como algo que comienza a imperar en la literatura del siglo XXI, ya sea a través de propio protagonista o a través del narrador testigo.

Si es cierta la afirmación de que la literatura sirve en tanto y en cuanto nos ayuda a comprender y a interpretar nuestra propia vida, qué mejor forma de hacerlo que a través de situaciones cotidianas y personajes reales con los que sentirnos plenamente identificados con esta historia universal de combates grandes y pequeños que todos debemos librar en nuestras vidas. Una novela en la que nos sentiremos atrapados desde la primera página.

Nace en Cádiz en 1981 y estudia Filología Hispánica entre la UCA y la UNED. Actualmente dirige los talleres de Escritura Creativa de El fontanero del Mar Ediciones. Organizador del festival poético...