Son tres plazas con honda tradición en la defensa y puesta en valor de las raíces culturales flamencas del Sur de España.
La XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla continúa con su política de establecer alianzas y sinergias con festivales internacionales de características similares; así como con la visita a ciudades tanto del territorio nacional como europeas con especial sensibilidad hacia la música y la danza flamenca. En esta línea de trabajo se enmarca el desembarco de la Bienal esta semana en Viena, París y Mont de Marsan (Francia), tres plazas con honda tradición en la defensa y puesta en valor de las raíces culturales flamencas del Sur de España.
La apuesta decidida por pasear la marca Bienal por geografías y festivales estratégicos para la difusión de la cultura andaluza en el mundo, se desprende también de los últimos datos conocidos en torno a la venta anticipada de entradas de la próxima edición de la Bienal, que tendrá lugar entre el 12 de septiembre y el 5 de octubre. Al aumento del interés en mercados tradicionalmente potenciales en el consumo de cultura flamenca (Francia, Austria, Alemania…); se suman nuevos países para los que la Bienal de Sevilla se ha convertido en un atractivo principal de su oferta turística y cultural, como es el caso de Rusia, que se sitúa en la segunda posición de la demanda internacional de entradas después de Japón, de nuevo a la cabeza en la compra anticipadas de localidades.
Así las cosas, la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, María del Mar Sánchez Estrella; y el director de la Bienal de Flamenco, Cristóbal Ortega, han visitado el martes 11 de junio el Teatro Musikverein de Viena (Austria), con la cita sevillana como punta de lanza de la presentación en la capital austriaca de los festivales flamencos de Andalucía.
El acto, destinado a dar a conocer el contenido y la programación oficial de la XVIII Bienal de Flamenco de Sevilla, ha contado como colofón con un concierto del cantaor onubense Arcángel, presente en esta edición de la Bienal con un concierto monográfico en el Teatro Lope de Vega de Sevilla el próximo 3 de octubre.
Para María del Mar Sánchez Estrella, la visita al Teatro Musikverein de Viena supone “un paso más en la consolidación de la Bienal como festival flamenco de referencia en el mundo”, así como una oportunidad “de abrirnos a nuevos mercados y espectadores. El flamenco cada vez cuenta con más seguidores en todo el planeta y éstos, en cuanto se dejan cautivar por nuestra cultura, ponen los ojos en la Bienal y en Sevilla, cuna por excelencia del arte flamenco”.
Asimismo, Cristóbal Ortega, que ha desgranado los detalles de la programación de la próxima edición, ha definido la Bienal de Flamenco como “el mayor escaparate y plataforma de difusión de la nueva producción flamenca, tanto en el apartado musical como en las artes escénicas, donde el flamenco está presente en todas las programaciones de los grandes teatros del mundo”.
La presentación de la Bienal en Viena ha estado presidida por el director de la Oficina Española de Turismo, Javier Rodríguez Mañas, y ha contado con la presencia de patronos y empresas colaboradoras de algunos de los festivales musicales más importantes de Europa, prensa especializada, programadores culturales y touroperadores.
Tras Viena, la comitiva sevillana se presenta el viernes 13 de junio en el Teatro Chaillot de París, coincidiendo con la celebración de la II Bienal de Arte Flamenco de París, un festival de interés creciente con el que la Bienal de Sevilla ha iniciado un trabajo de colaboración. En él destaca la coproducción de los próximos espectáculos de Rocío Molina, ‘Bosque ardora’; y artistas jóvenes como Eduardo Guerrero, ‘El callejón de los pecados’; y Patricia Guerrero, ‘Latidos del agua’.
Antes de regresar a Sevilla, la Bienal de Flamenco tendrá una última parada en la ciudad del Sur de Francia Mont de Marsan, con un histórico festival flamenco de larga amistad y complicidad con Sevilla. La 26ª edición de esta cita con el arte jondo dará comienzo el 30 de junio y comparte parte de su programación con la Bienal, como es el caso del espectáculo ‘Sangre’, de los bailaores Adela y Rafael Campallo.