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La Hispalense cortará mañana las clases desde las 11:00 hasta las 15:00 horas de la tarde por decisión del Cadus, el órgano de representación estudiantil. Los alumnos están llamados por sus representantes en Asamblea General de Universidad en la antigua puerta de Derecho del rectorado. Con un límite impuesto hasta las 15:00 horas, se decidirán cuáles serán las acciones para derogar el Artículo 27 y debatir sobre los problemas de la Automatrícula.

Carlos Orquín/ Sevilla Actualidad. Mañana será un día histórico en las reivindicaciones estudiantiles de la Universidad de Sevilla. Tras las protestas contra el tratado de Bolonia de estos últimos años, los estudiantes interrumpirán, por primera vez, las clases de todos los centros de la Hispalense. Hasta ahora había ocurrido en algunas facultades, pero no en todas el mismo día.

Miles de estudiantes están llamados a una Asamblea General de Universidad en la puerta de la antigua Facultad de Derecho, en el campus del Rectorado. El último pleno del Cadus, celebrado el pasado jueves 1 de octubre, aprobó con la unanimidad de todos los delegados de centro la celebración de esta asamblea, a partir de las 11:00 horas.

El motivo de su convocatoria radica en la protesta de los estudiantes por el Artículo 27, uno de los recogidos en el nuevo Reglamento General de Actividades Docentes. La petición de derogación de dicho artículo es una de las posibilidades que se contemplarán en la mañana, según representantes del Cadus.

La decisión de emprender esta acción fue tomada tras haber hecho llegar en algunas reuniones las quejas de los estudiantes a la Vicerrectora de estudiantes, Mª del Rosario Rodríguez, y al Defensor Universitario, Ignacio Ugalde. Tras no llegar a ningún acuerdo con estas instituciones, se convocó esta asamblea, que es la única forma que permiten las ordenaciones de la Universidad de paralizar las clases.

Los miembros del Cadus, denuncian además que el límite de horario hasta las 15:00 horas está impuesto por el Rectorado “de modo unilateral, sin consultar al CADUS y suponiendo una limitación del derecho a Asamblea”. En un comunicado de prensa, el organismo de representación estudiantil expone que “la US no tiene potestad (según sus propias normativas) para autorizar la continuidad de la actividad docente durante el desarrollo de la Asamblea. Por tanto, en el caso de que después de las 15:00 horas la Asamblea no haya concluido y la US reanude las clases, el CADUS valorará emprender las medidas que estime oportunas para exigir a la US el cumplimiento de sus propias normas y defender el derecho a Asamblea de los estudiantes”.

El artículo 27 obliga a los estudiantes a matricularse en las asignaturas pendientes de otros cursos. Esto, visto por los estudiantes, limita su capacidad de decisión además de crear un caos organizativo de sus estudios. Muchas asignaturas solapan horarios, y si son presenciales ambas, el alumno paga por créditos que sabe que va a suspender. Esto encarece, además, la cuantía de la matrícula y anula la posibilidad de acceder a las becas del ministerio que exigen aprobar el 80 por ciento de los créditos.

Junto a esto, aulas desbordadas, fallos en las aplicaciones informáticas y la pérdida de la calidad de la docencia que conlleva la masificación, son algunos de los motivos que han llevado a los estudiantes a convocar la asamblea extraordinaria de mañana.

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