La artista palaciega Beatriz Gómez presenta su primera colección de grabados, ‘Gente Pequeña’, en la que intenta reflejar la visión del mundo que puede tener un niño basada en recuerdos y experiencias de la infancia. Pese al título de la exposición y la edad de la artista, jovencísima, en su obra fluye madurez y claridad. ‘Gente Pequeña’, inaugurada el pasado 27 de diciembre en la Cafetería Manhattan de Los Palacios estará visible, y a la venta, durante todo el mes de enero.
Beatriz Gómez, que apura su días en las aulas de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, con apenas 22 años ya expone parte de su creación artística en su pueblo natal, Los Palacios y Villafranca. Apoyada por la cafetería Manhattan, que consolida cada día sus paredes como galería y mecenas de jóvenes artistas locales, se aventura a mostrar una serie de grabados que intentan transmitir una particular visión del universo desde la perspectiva infantil e inocente de un niño.
La artista palaciega aprecia que “los adultos aprendemos a buscar el por qué y a tener miedo”, mientras que “los niños son infinitamente más creativos”. Con la madurez el ser humano, por regla general, es menos creativo y la imaginación sufre una constante decadencia. La intención de Beatriz Gómez no es que el espectador reconozca lo que describe en sus 18 grabados, sino una invitación a interpretar la imagen libremente, sin cortapisas ni esquemas preestablecidos, como lo haría un niño.
Esta serie de grabados en los que ha ido utilizando diferentes técnicas como la linografía, la xilografías, el aguafuerte, la punta seca y el carborundo son más que un flashback y más que un ejercicio melancólico de recuerdos llevados al papel. La artista viajó en el tiempo para degustar de nuevo los sabores que quedaron latentes en su paladar, para cartografiar aventuras inverosímiles por los laberintos de su imaginación y volver a reír con el adorable ‘payasín’.
“Casi todos recordamos nuestra infancia con un sabor dulce, pero ¿Os habéis parado a pensar cómo veíamos el mundo en entonces?”, pregunta Beatriz Gómez. “Detalles que ahora pueden resultar insignificantes podrían ser el punto de partida de una gran aventura. Nos atemorizaban los fantasmas y monstruos que podían salir de debajo de la cama. Hoy en día nuestros fantasmas se han transformado en otras ideas. Los problemas de los mayores los veíamos fáciles de resolver y la vida era un juego que había que disfrutar”, concluye.
Beatriz Gómez resume la esencia conceptual de su trabajo con una cita de Antoine de Saint- Exupéry, extraída de su obra ‘El Principito’: “Logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: ¿Por qué habrá de asustar un sombrero? Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones… las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas, y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones. ”
La palaciega espera que esta primera colección, de la que ya tiene vendida buena parte, sea un trampolín que la lance a circuitos artísticos donde poder demostrar su valía. Ya tiene propuestas más allá de las escuetas fronteras de su pueblo que, por cierto, ha traspasado imaginando y creando realidades de sueños que nunca se esfumaron.