La poeta onubense presenta esta tarde a las 20:00 horas en la biblioteca Infanta Elena ‘Las estrellas han hallado otra forma de morir’, su segundo poemario.
La búsqueda de la belleza es una constante en la literatura -sino su propio origen y a la vez destino-. Hay quienes buscan la belleza con la palabra, y quien aprovecha la belleza de los versos para así trasladarla a la realidad. Sin embargo hay quien entiende la belleza como actitud, como una forma de mirar el mundo. Es el caso de la poesía de Carmen Ramos (Gibraleón, 1968), una poesía de mirada, de observación de lo cotidiano, de lo que convive con nosotros para intentar captar aquello que lo hace único.
Su poesía no busca la belleza, es ella quien se reencuentra y se deja atrapar por los versos de la escritora onubense. Carmen Ramos es una poeta de mirada limpia y palabra serena pero firme, que no se deja atrapar por la sobriedad, pues busca y encuentra, exitosa, la metáfora perfecta que atrapa y a la vez sacude lo que quiere mostrarnos. Y lo consigue con éxito. Su poesía es íntima, autobiográfica. Pero es también un manifiesto a la sencillez, de ese encuentro con lo bello de lo cotidiano.
Y es eso lo que nos presenta en “Las estrellas han hallado otra forma de morir” (Guadalturia Ediciones, 2013), su segundo poemario que hoy dará a luz a las 20:00 horas en la biblioteca Infanta Elena, dentro del ciclo Escaparate Andaluz del Centro Andaluz de las letras. Una obra “más íntima o local que las anteriores” pero que, asegura, “sigue teniendo las bases de mi poesía: hablar de lo cotidiano, de lo que nos preocupa a todos”.
Un canto a la “no memoria”
“Este poemario nace de de la lectura de un maravilloso poema de Javier Das titulado En ocho años. Tanto Javier como yo perdimos a nuestros padres cuando éramos muy jóvenes. Y leer ese poema y sentir en mi piel lo que Javier contaba -he de decir que no nos conocemos personalmente- me movió a escribir los primeros poemas que conforman este libro” nos confiesa la autora. «Las estrellas han hallado otra forma de morir habla de algo que yo llamo «la no memoria» y que comprende todo lo que nos ha pasado (a mí personalmente, pero también a mi generación) en estos 20 años en lo que mi padre falta. No he tratado de hacer un catálogo exhaustivo pero sí tratar aquellos acontecimientos (personales, pero también generales) que me han podido marcar de una forma u otra: desde el nacimiento de mis sobrinas hasta el desastre del Katrina en Nueva Orleans, pasando por algo tan actual como la situación económica mundial”.
Así, Carmen Ramos parte del dolor de la pérdida, de un tiempo donde la tierra / como fango nos sepultó a todos / y quedamos con los ojos cerrados, en el que gritamos para no perdernos en las cuevas, y donde, inevitablemente el hueco que dejó la vida / se nos llenó de soledad. Sin embargo, la poeta utiliza ese hueco y ese tiempo para iniciar una búsqueda de sí misma en la que, a pesar de que ya no consigue recordarse en aquella niña de coletas / calcetines largos, kiowas / y uniforme, palpa y sostiene aquello que perdura, lo que convive con ella y con nosotros cuando te asomas a la ventana una mañana y / hay adolescentes que se enamoran / autobuses que asaetean la calle / y la noche cae, otra vez, cae. Es en ese autobús, en el caer continuo y constante de la noche donde la poesía de Carmen consigue salvarse para tener la certeza tan simple de que / los versos rebrotarán de nuevo / y esta vez tan solo / las estrellas han hallado otra forma de morir”.
Y es en ese hallazgo, en esa otra forma de morir de las estrellas donde la poeta onubense se aferra, acepta y comprende la pérdida, y solventa ese hueco reconociéndose en la no memoria y sabiéndose artífice, que no artificio, de la belleza que consigue soplar, una vez más, a la muerte y al asfalto, encontrándose a sí misma, y salvándonos también a nosotros mismos.
Booktrailer de «Las estrellas han hallado otra forma de morir», poemario de Carmen Ramos. Música de David Postigo Rodríguez from David Postigo Rodriguez on Vimeo.