Manuela Nogales 1

La belleza elocuente del leguaje corporal de Manuela Nogales, junto a su calidad de movimiento y la interpretación en directo de la música de Bach nos ofrecen una velada mágica en el Teatro Central que acoge el estreno ‘De clave y declives’, una obra enmarcada en el Mes de Danza 20.

Desde 1996, año de creación de la compañía Manuela Nogales Danza, esta coreógrafa y bailarina ha dado lecciones de honestidad, coherencia, dedicación y amor sin límites por la danza contemporánea. Desde su posición de francotiradora ha desarrollado un vocabulario propio basado en la hibridación de lenguajes a partir de sus colaboraciones con artistas provenientes de distintas disciplinas. Lo de Manuela, en todos estos años, ha sido un viaje constante que ha generado un repertorio que varía los lenguajes, los métodos, las sensaciones, las técnicas, el consumo, las expresiones, las densidades y las resonancias imaginarias. Con más de una veintena de piezas, esta compañía ha participado en muchos de los lugares de referencia para la danza contemporánea: finalista en el Certamen Coreográfico de Madrid y Maspalomas, Danza Valencia, Festival de Itálica, Madrid en Danza, Festival Brigittines (Bruselas), entre otros.

Ahora estrena en el Central su nueva producción en la que junto a Tatiana Postnikova, solista de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, y la música de J. S. Bach, asocia el clave y el declive. Es decir, la maestría técnica de la composición y la caída, el impulso hacia el fondo. Una caída compensada en tanto que surge el advenimiento de un ser vulnerable y se produce una inversión de la gravedad que lo hace caer hacia arriba. Como ella dice: “Caer básicamente para ser una misma, bajo la presión de una necesidad y contra toda resistencia… Con 50 años tomo los movimientos como primeros y últimos a la vez lo que constituye, a mi ver, ese temblor indefinible que es la danza.”

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