«Preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa» . Así define el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua el concepto de «vacuna» , la palabra de 2021. Este vocablo además, trasciende a las seis palabras que forman el sustantivo, ya que ha supuesto la esperanza de miles de personas en todo el mundo a lo largo del año que está a punto de terminar.

Apenas hace 12 meses, «confinamiento» era el término que resaltaba sobre todos los demás, con todas las connotaciones negativas que el mismo encierra y hoy, aunque con reservas, y dosis extras, el balance lingüísticamente hablando es bastante positivo.

Esta semana se ha cumplido un año desde que en Europa y en Sevilla comenzara la campaña de vacunación contra el coronavirus. La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula con der Leyen, lo recordaba en redes sociales, haciendo hincapié en que el 78% de la población adulta en la UE ya está vacunada. Tanto es así, que, coincidiendo con el aniversario del inicio de dicha campaña, el 27 de diciembre, se ha instaurado como Día Mundial de las Epidemias, inexistente en la era pre covid-19.

Estandarte político

La palabra del año «vacuna», además de aparecer habitualmente en los medios de comunicación, se ha convertido en punto fundamental de programas preelectorales de campaña en prácticamente todos los países. Incluso la conversión de los más incrédulos a la evidencia científica busca rédito entre simpatizantes y futuros comicios.

Manifestación de antivacunas en Sevilla / Clara Fajardo

Nunca antes el problema de los antivacunas había preocupado tanto a sanitarios y sociedad en general. El debate está servido y la divulgación científica ha cobrado relevancia en la jerarquía de prioridades de dirigentes locales, autonómicos y nacionales. Los datos mandan y actualmente, más de la mitad de los ingresados en UCI por omicron no se habían vacunado previamente.

La reputación mediática ahora se entiende con imágenes que inmortalizan la asistencia a «vacunódromos» o «vacuguagas» y hay que prestar atención porque inocular no es lo mismo que inyectar.

También ha irrumpido, aunque en menor medida, «tripanofobia» , el miedo irracional a las inyecciones y hemos descubierto que no es solo una patología de niños.

Orígenes de la palabra vacuna

En 1776, el médico inglés Edward Jenner, descubrió la vacuna contra la viruela gracias a que comprobó que las personas que estaban en contacto diario con vacas en zonas rurales no desarrollaban la enfermedad. De ahí, concluyó que inocular el fluido de la viruela de las vacas en las personas era un método eficaz de prevención contra la viruela humana ya que, quienes se enfrentaban a ésta, lo hacían de forma muy leve tras haber generado inmunidad contra la vertiente bovina.

Después, fue el rey Carlos IV quien extendió dicha vacuna de forma masiva a territorios de ultramar inoculando la vacuna en niños (en su mayoría huérfanos) que se embarcaban para arribar al otro lado del Atlántico y generar la, ya archiconocida, inmunidad de grupo.

«Vacuna» , la palabra del año 2021, ya impacientes por conocer cuál será la de 2022. «Salud» , por ahora, es un buen deseño para el Año Nuevo de parte de todo el equipo de Sevilla Actualidad.

Plumilla por vocación, he trabajado en radio, televisión y prensa on line. Profundamente europeísta y convencida de que el Periodismo es el motor de cambio de la sociedad y hay que salvaguardarlo. Para...