La exposición de Daniel Franca puede visitarse hasta el 27 de abril / Ramsés Torres

El pintor sevillano ha estrenado en Lugadero su muestra, ‘Lost Light’ (Luz perdida), un repaso por viviendas y sus habitantes de la costa californiana donde ha estado los últimos meses.

Daniel Nicolás Franca Camacho, pintor sevillano de 28 años, ha realizado en los últimos tiempos algunas obras que han tenido repercusión en el mundo de las cofradías, como la portada para el programa de El Llamador o el cartel de Las Glorias de 2012. Sin embargo, tras una estancia de algo más de cuatro meses en Laguna Beach, California, regresa con una exposición en Lugadero que poco tiene que ver con el mundo de las hermandades.

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Sevilla Actualidad.- Tras su periplo californiano, aterriza en la calle Correduría con ‘Lost Ligth’. ¿Qué encontramos en esta exposición?

Daniel Franca.- Casas. Son historias de casas que están entretejidas con las historias de la gente que las habitó. El título de la exposición, ‘Lost Ligth’, viene a significar eso, la luz perdida. Se refiere a esas casas que se han ido abandonando, se han ido vaciando… La obra pretende reflejar la luz que un día tuvieron.

SA.- ¿El lugar donde se pinta influye completamente? ¿Sólo vamos a encontrar ambiente californiano?

DF.- Completamente. Siempre digo que cuando estoy trabajando aquí en Sevilla tengo a Velázquez, a Zurbarán… dándome collejas… Allí ha sido igual, pero con Hopper…

SA.- Recientemente hemos visto una obra suya en la edición escrita del Pregón de la Semana Santa de Francisco Javier Segura Márquez. Una composición inspirada en su último viaje a Tierra Santa.

DF.- Ha sido muy interesante. La parte que me correspondió fue El Calvario y el haber estado allí, viendo un monte tan diferente, tan ortodoxo, desprovisto de barroco… Quise reflejar en mi obra nuestro barroco sevillano con lo que para mí fue aquello, sombra y luz.

SA.- ¿Habrá más obras fruto de este viaje?

DF.- Por supuesto. Estoy deseando terminar con esta exposición para poderme poner con cosas basadas en lo que vi allí.

SA.- ¿Qué espera de la exposición?

DF.- La gente va a verme en un registro que para muchos será nuevo, así que lo que más espero es ver la reacción de la gente. Me entusiasma ver cómo van a ver esta serie que no es tanto de perspectivas, paisajes desde terrazas, incluso vistas interiores, sino que son casas casi en un estilo de retrato.

SA.- ¿Cómo cree que pueden tomarse esta exposición quienes sólo conocen su pintura cofrade?

DF.- Bueno, la gente tiene presente lo que has pintado hasta ahora y puede que si solo buscan lo cofrade, esta exposición no les pueda gustar, porque se sale mucho de lo que he estado pintando hasta ahora. De todas formas, como he dicho, quiero saber las impresiones de la gente, si gusta, si no…

SA.- El catálogo de la exposición va a ser algo especial, ¿no?

DF.- Sí, incluso diría que más que un catálogo será un libro de artista. Son 36 ejemplares. Una edición muy limitada que tendrá todo el proceso creativo de Laguna Beach. La verdad es que estoy muy contento porque, además de ser limitados, permiten que las personas que los compren se lleven un pequeño trocito de lo que yo he vivido en California. También llevan un pequeño lienzo de unos 12 por 15 cm, donde en cada uno puede verse un poco el atardecer de esas casas…

SA.- Después de algo tan importante como fue la experiencia en la Fundación Antonio Gala con todo lo que aquello implicó, el proyecto de California era relativamente parecido, una residencia de artistas. ¿Cómo resultó este cambio?

DF.- Sinceramente, me fui pensando que la experiencia de Córdoba era insuperable. Insuperable por la ciudad, por la residencia, por el propio Antonio Gala… pero a medida que estaba allí, me di cuenta que sí, que en cierto modo sí superaba las expectativas que yo tenía. Ha sido toda una sorpresa.

SA.- ¿Qué cree que diría Antonio Gala de este trabajo?

DF.- ¿Sinceramente? Que soy un sinvergüenza, que cómo se me ocurre irme a Estados Unidos… (ríe). En serio, seguro que le encantaría y se alegra.

SA.- En un momento como en el que estamos, exponer en solitario… ¿es una responsabilidad?

DF.- La verdad es que da un poco de miedo, pero bueno, yo también confío en mi trabajo. La obra que he hecho es la que quería hacer. Cierto es que el mercado de estas cosas parece que no se está moviendo mucho, pero es un trabajo algo diferente. Está hecho con muchas ganas, y tal vez eso haga que, pese a todo, la gente pueda valorarlo.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...