Museo Arqueológico /SA
Museo Arqueológico /SA

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha dado, en la sesión celebrada en la mañana de hoy bajo la presidencia de la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Susana Cayuelas, el visto bueno al proyecto básico modificado para la reforma y rehabilitación del Museo Arqueológico de Sevilla al considerar que la propuesta «asume el reto de recuperar el legado de Aníbal González, la espacialidad y la apertura al parque de María Luisa con la funcionalidad exigente de un museo del siglo XXI». «El nuevo museo ‒añade‒ mantendrá su identidad, su edificio histórico y su prestigiosa colección arqueológica, pero poniéndose al día con un planteamiento museográfico al servicio de sus colecciones». 

Este informe ratifica el informe positivo emitido ya en 2014 por la propia Comisión Provincial de Patrimonio sobre este proyecto arquitectónico y museográfico, que finalmente no pudo llevarse a cabo en los plazos previstos. Debido al tiempo transcurrido y al impulso y las nuevas demandas de las dos administraciones implicadas ‒la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura y Deportes‒, se ha incorporado modificaciones que suponen una mejora de la intervención inicialmente propuesta. Tras esta toma de conocimiento favorable, la autorización queda pendiente de la presentación del proyecto de ejecución definitivo.

Últimas tecnologías no invasivas

La Comisión Provincial de Patrimonio ha realizado un exhaustivo análisis del proyecto básico modificado, destacando «la necesidad de la remodelación integral del inmueble como una realidad evidente, tanto desde el punto de vista de la construcción como de la museografía». Proyectado por el arquitecto Aníbal González como Pabellón de Bellas Artes para la Exposición Iberoamericana de Sevilla, el edificio se terminó de construir en 1919, hace ahora más de un siglo, y ha vivido, desde entonces, varias reformas parciales, desde 1941 a 1985, que habían ido matizando su concepción original. Finalmente, el paso del tiempo ha hecho su efecto, tanto en sus fachadas e interiores como en su estructura. 

Al mismo tiempo, las transformaciones que ha experimentado la museografía en las últimas décadas son notables, desde los medios tecnológicos a la comunicación, pasando por la ampliación de los servicios al público. Todo ello sin olvidar los grandes descubrimientos arqueológicos realizados en los últimos años, que afectan directamente a la colección del Museo, como el Tesoro de Tomares o Montelirio, en Castilleja de Guzmán, que ya no tenían cabida en una exposición diseñada en la década de los 70 del pasado siglo. En esta línea, la ejecución de este proyecto alcanzará a las colecciones, con su puesta al día en restauración, incorporando las últimas tecnologías no invasivas a la hora de ser intervenidas a cargo de las instituciones y organismos científicos del máximo nivel. 

Modificación del retablo del Sagrado Corazón

Por otro lado, la Comisión Provincial de Patrimonio ha autorizado el proyecto de modificación del retablo del Sagrado Corazón situado en la cabecera de la nave de la epístola de la iglesia de San Sebastián de Sevilla. En concreto, se plantea la sustitución de la estructura actual de mármol, de la primera década del siglo XXI, por unas piezas en madera policromada de finales del XVII o principios del XVIII. Según el dictamen, la intervención no tiene incidencia negativa en la percepción y valoración del BIC Iglesia de San Sebastián. También ha informado favorablemente de la propuesta de mantenimiento, limpieza y conservación preventiva de los retablos laterales del crucero de la iglesia del Santuario de Consolación, en Utrera, en concreto, el del Cristo del Perdón, en la nave del Evangelio, y el de San Francisco de Paula, en la de la Epístola. 

Por último, se ha autorizado la restauración de la tabla del ‘Calvario’, una obra anónima hispana-flamenca de principios del siglo XVI que se expone en el Museo de la Colegiata de Osuna. Su panel central se representa la Crucifixión, con la Virgen y San Juan a los laterales de la Cruz y, a los pies, María Magdalena abrazada al madero y llorando por la muerte de Cristo. Al fondo, aparece un paisaje con representación de la ciudad de Jerusalén. En los laterales, en la izquierda se encuentra la figura de Cristo resucitado que como señala el Evangelio, estaba vestido de hortelano, por lo que lleva un sombrero y una pala.

En el otro lateral aparece la figura de María Magdalena arrodillada ante Cristo en la escena previa al momento en que Cristo le dice ‘Noli me tangere’. Igualmente, se ha aprobado la restauración de la talla de San José, del siglo XVII, de la Colegiata de Osuna.