Coreografías inspiradas en Abba, Hair o Marry Poppins, sobre el escenario del Festival de las Naciones en dos días en los que la música celta y vikinga serán también protagonistas.
En la recta final de la presente edición del Festival de las Naciones, la programación cultural del evento, que concluye el próximo 4 de noviembre, recoge una serie de espectáculos que nacen de la inspiración en los grandes clásicos del siglo XX.
Así, hoy viernes, el musical de Abba llenará de lycras chillonas y pantalones de campana el escenario, en un homenaje al grupo sueco que se convirtió en la formación musical de mayor éxito entre finales de los ’70 y principios de los ’80, y que después ha llenado teatros y cines de todo el mundo con sus secuelas.
El sábado será el turno del espectáculo inspirado en el musical ‘Hair’, éxito de Broadway sobre la cultura hippie, la libertad sexual y el consumo de drogas, en clave de sarcástica, que se convirtió en una de las propuestas de referencia de toda una era cultural en los Estados Unidos.
El domingo, como siempre, serán los clásicos infantiles los que asuman el protagonismo sobre las tablas del escenario central del Festival de las Naciones. Mary Poppins volverá a hacer su aparición estelar en escena entre el delirio de los más pequeños… y también de sus propios padres.
Es importante destacar que toda la programación cultural del Festival de las Naciones se adecua a la normativa vigente en cuanto a niveles acústicos, además de ubicarse en los horarios establecidos por la legislación. En ese sentido, durante todo el fin de semana se continuarán realizando mediciones acústicas por parte de personal cualificado de empresas certificadas.
Además, y dentro de su programa de presentación de nuevos talentos, el Festival de las Naciones incorpora a su oferta a Paloma, que aupada por su éxito en distintos programas de televisión, ofrecerá un recital personal e íntimo para el público sevillano.
Gastronomía y artesanía de todo el planeta
En cuanto a la oferta gastronómica del Festival, de nuevo estará presidida por un concepto que persigue la comodidad del visitante, con amplias zonas de terrazas y veladores. La oferta multicultural va desde las esculturas con cacao maya hasta los mojitos cubanos pasando por una de las grandes novedades de la presente edición: la gastronomía de origen celta y vikingo, llegada desde el Norte de Europa.
El Festival es también un lugar idóneo para la adquisición de arte, artesanías y curiosidades de todo el mundo, en las denominadas Plazas del Arte, de América, Asia y Europa que con una configuración de zocos muestran a los visitantes interesantes piezas propias de las tradiciones y costumbres de los cinco continentes. En estas zonas comerciales podrán encontrarse desde muebles a piedras semipreciosas, esculturas, bisutería y todo tipo de objetos artesanales.