La catedrática de Arqueología Pilar León-Castro ha pronunciado la lección inaugural del curso.
La Universidad de Sevilla ha celebrado hoy la inauguración oficial del curso académico 2012-2013, en un solemne acto celebrado en el Paraninfo y en el que el Rector, Antonio Ramírez de Arellano, ha hecho una defensa rotunda del modelo de Universidad Pública.
En esta ocasión, la Lección Inaugural ha sido pronunciada por la catedrática de Arqueología de la Universidad de Sevilla, Pilar León-Castro, que, bajo el título Ideales y actitudes para la Universidad de hoy, ha hecho un repaso del estado actual de las instituciones universitarias en general y su visión de futuro.
Ramírez de Arellano ha comenzado su discurso reafirmando su apuesta por la defensa de la Universidad Pública: “Si cambiamos el modelo educativo basado en la igualdad de oportunidades y en el mérito estaremos dinamitando uno de los pilares básicos de la sociedad, si no del bienestar, sí de la sociedad de la equidad”. Y ha continuado: “Sin igualdad de oportunidades se desvanece la igualdad de expectativas, que es tanto como condenar la desesperanza a una parte de la sociedad, precisamente la más débil, la más desprotegida”.
En este contexto, ha apelado a dos citas, de Julio Cortázar, “la esperanza es la misma vida defendiéndose” y del filósofo Zymnunt Bauman, “es imprescindible romper con el pesimismo imperante”, para apelar a un futro esperanzador.
Como ha hecho durante esta semana, el rector de la Universidad de Sevilla ha solicitado al Gobierno Andaluz que resuelva la deuda de 750 millones de euros que mantiene con las Universidades Andaluzas: “Lo terrible es que casi la mitad de esta millonaria deuda afecta a pequeños proveedores, que están viviendo una angustiosa situación y que podemos arrastrarlos al hundimiento total”, avisando de que “si el Gobierno Andaluz no resuelve o despeja de forma urgente la delicadísima situación de tesorería las consecuencias serían irreparables”.
“¿Tiene sentido que tanto el Gobierno Central como el Autonómico nos obliguen a las Universidades, con severos reproches y advertencias, a cumplir milimétricamente nuestros compromisos, a no desviarnos un euro de lo presupuestado, y luego incumplan de forma sistemática sus obligaciones hacia nosotros?”, se ha preguntado Ramírez de Arellano.
Pero, el Rector no sólo ve complicada la situación económica sino que también ve peligrar la autonomía de las Universidades Españolas: “Nuestro modelo universitario peligra doblemente. No sólo por las subida de las tasas y las reformas iniciadas con el famoso Real Decreto Ley 14/2012 de 20 de abril, llamada de ‘medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo’; sino también porque existe la posibilidad –cierta y cercana- de que los rectores no seamos universitarios elegidos democráticamente por universitarios”.
Sin olvidar el momento delicado por el que atraviesa el país, Ramírez de Arellano sigue apostando por la Universidad Pública: “La Universidad no puede quedarse al margen del sacrificio general que está realizando la mayoría de la sociedad española. Pero también es verdad que España hace décadas, cuando no era un país rico, apostó por una buena Universidad pública. Si entonces podíamos mantenerla, por qué ahora se nos dice que sobran universitarios y universidades. Sería patético que 30 años después el resultado fuese una Universidad peor”.
Asimismo, ha apostado por alcanzar un pacto de Estado por la Educación: “Un consenso generalizado, desde el esfuerzo y la generosidad común (como ha ocurrido en otros momentos de la historia reciente de España) propicien un largo periodo de estabilidad normativa”.
Mensaje de optimismo
A pesar de todo, el Rector ha querido lanzar un mensaje de optimismo: “Quisiera transmitir a toda la comunidad universitaria con este discurso de inauguración un mensaje de optimismo y de confianza en nuestras posibilidades para vencer o sortear todos los obstáculos. También un mensaje de liderazgo social y de autoexigencia, dirigido tanto a empleados como a estudiantes”.
Por ello, ha remarcado las que siguen siendo las prioridades de la institución universitaria: “Nuestras prioridades seguirán siendo la docencia y la investigación, los dos grandes pilares que sostienen la bóveda universitaria. En otras parcelas, como el de las infraestructuras, nuestro ritmo se adecuará a las disponibilidades económicas de cada momento”.
Antonio Ramírez de Arellano ha hecho un llamamiento a todos los sectores de la comunidad universitaria para que comprendan la los esfuerzos que se están realizando, pero se ha dirigido muy especialmente a los estudiantes: “Les pido que entiendan que la sociedad pone en sus manos, en tiempos de penurias generalizadas, unos recursos muy valiosos que no deben desaprovechar y mucho menos dilapidar. Hago, por lo tanto, un llamamiento a su responsabilidad, a su conciencia cívica para rentabilizar al máximo la oportunidad de formación de calidad que se les ofrece”.
Colaboración con el Ayuntamiento
También solicitó al Gobierno Municipal recuperar “la senda de la colaboración institucional” para erigir a la ciudad como ‘Ciudad del Talento’: “La Universidad de Sevilla está formada por más de 80.000 personas. Podría decirse que es el primer barrio de la ciudad. También es su principal activo y una fuente de riqueza, medible en términos de PIB. Tenemos proyectos en común y queremos seguir caminando de la mano del Gobierno Municipal por el bien de Sevilla”.
Y ha culminado su discurso durante el acto de apertura del curso académico, de nuevo, con su habitual defensa de la Universidad Pública: “Quiero cerrar mi discurso asegurándoles que seguiré defendiendo de manera convencida la independencia de la universidad pública”.