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Cuatro heroínas en la piel de una artista. Cuatro mujeres en una. Antígona, Ariadna, Helena y Medea encarnadas por Manuela Carrasco.

La bailaora sevillana se meterá en la piel de estos cuatro personajes para abrir la XVII Bienal de Flamenco de Sevilla, que se celebrará del 3 al 30 de septiembre. El espectáculo, titulado ‘Raíces de ébano’, no sólo es una reivindicación de estas cuatro heroínas, sino también un homenaje a la fuerza de las mujeres.

“Manuela es una bailaora de tierra, su zapateao sale del centro de la tierra y representa todo el desamparo, la rabia, el coraje, la valentía y el orgullo de muchas mujeres. Su baile es la rebeldía de todas aquellas mujeres que lo único que tenían era la tierra como inspiración, como protección y como amor”, asegura Pepa Gamboa, directora del montaje, quien compara a Manuela Carrasco con las cuatro heroínas griegas: “Antígona, Ariadna, Helena y Medea son también cuatro mujeres con fuerza, mujeres de tierra, de poder, que se enfrentan a todo y a todos para luchar por lo que creían. Y las cuatro están en el origen de la literatura, en las raíces de los primeros escritos”, explica. Un viaje a las raíces para la Diosa de ébano, de ahí el nombre del espectáculo.

‘Raíces de ébano’ inaugurará la cita más importante con el arte jondo el lunes 3 de septiembre a las 22 horas en el Patio de la Montería del Real Alcázar, un espacio recuperado para la Bienal después de diez años.

El espectáculo, con letras seleccionadas por la propia Gamboa y por Martina Banchetti, no tiene un discurso narrativo, sino que está dividido en cuatro bloques, en cada uno de los cuales habrá guiños para cada heroína griega con un baile diferente. Así, Antígona estará presente en la seguiriya; Ariadna servirá de inspiración para el taranto; con unas alegrías, se recordará a Helena; y con la soleá se evocará a Medea. “Las cuatro se asomarán tímidamente al baile de Manuela, aparecerán como fantasmas que se funden con ella para volver a la tierra y para salir de la tierra”, señala Gamboa.

Esta inspiración mitológica, no obstante, no significa que Manuela Carrasco renuncie en este espectáculo al flamenco más puro, el motivo por el cual se la conoce como la Diosa del baile flamenco. “Nos hemos fijado en estas cuatro heroínas pero esto no nos aleja de la pureza del arte”, asegura la también llamada Reina de la Soleá, que tras 45 años sobre los escenarios, ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Nacional de Danza en 2007 o el título de Hija Predilecta de Andalucía.

El director musical del espectáculo es Joaquín Amador, su guitarrista durante los 34 años que llevan casados. “Yo compongo pensando en ella. Para la seguiriya de Antígona, compuse 12 minutos de solo de guitarra, con tres cuerdas desafinadas, y Manuela se quedó con seis”, asegura. Lo mismo ocurrió con los 15 minutos de taranto de Ariadna. Las alegrías de Helena están inspiradas en Sabicas y para la soleá de Medea solo ha compuesto la entrada, lo demás es cosa de Manuela. “A ella le gusta estar libre, por eso se dice que nunca baila igual. Es imprevisible, pero yo la conozco y sé lo que ella necesita”, concluye el guitarrista.

Manuela Carrasco se rodeará sobre el escenario de grandes figuras del flamenco. Los cantaores Juanito Villar, Enrique El Extremeño, El Pele y Pansequito, que han sido sus compañeros de viaje en numerosas ocasiones, prestarán sus voces al espectáculo y cada uno de ellos tendrá un solo. “Es la primera vez que estoy rodeada de estos cantaores a la vez y eso me va a llena de valor, de ilusión y de vida”, asegura la bailaora. Las guitarras estarán en las manos del propio Joaquín Amador, Alfredo Lagos y Paco Iglesias. Éste último también actúa en la Bienal junto a sus hermanos Eugenio y Miguel (12 septiembre, 19 h., Espacio Santa Clara).

En el espectáculo también participan las cantaoras Samara Carrasco (hija de Manuela y Joaquín), Inma La Carbonera y Toñi Fernández, que tiene espectáculo propio en la Bienal (20 septiembre, 19 h., Espacio Santa Clara). Las tres actuarán a modo de coro griego sobre el escenario. Con una escenografía simple, a medio camino entre un templo griego y la puerta del Alcázar, la producción, a cargo de Hugo Pérez, está ultimada y la sala TNT y el Teatro Central sirven desde hace semanas para los ensayos.

Un traje para cada heroína

La diseñadora sevillana Aurora Gaviño se ha encargado de diseñar los cuatro trajes del espectáculo ‘Raíces de ébano’, uno por cada cante y heroína, así como los tres del coro, todos ellos elaborados durante los tres últimos meses. La bailaora se lo propuso y le dio los colores que quería para cada bloque. A partir de ahí, la inspiración y su original creatividad de Gaviño hicieron el resto.

En el primer número, el de Antígona, la bailaora trianera vestirá un traje negro de volantes de caracola realizado con encaje de guipur cuyos bajos toman la forma de las raíces de un árbol. Para encarnar a Ariadna, Manuela Carrasco lucirá una falda y un corpiño de color rojo en satén. El corpiño tiene pedrería y cordonería cosidas a mano y la falda tiene un dibujo con el símbolo del OM y volantes con pañuelos en seda natural colocados de forma irregular.

Para convertirse en Helena, Carrasco se enfundará un vestido blanco de terciopelo con encajes de valensié en beige, blanco y dorado. Y para Medea, Gaviño ha diseñado una espectacular bata de cola color buganvilla hecha con tela Dupoin con adornos de encaje de rebordeé y valensié, con pedrería en la espalda y volantes de encaje de caracola.

La cola del traje mide 2,5 metros de largo por dos metros de ancho y la tela es una seda sintética que realza una enorme cantidad de volantes, tantos que fue necesario elaborar un mapa para colocarlos. “Con esto, ya puedo decir que he vestido a las más grandes del flamenco: cantando, Rocío Jurado y bailando, Manuela Carrasco”, asegura Gaviño.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...