Juan Peláez en la conferencia cambia para cambiar/Paula Romero

El periodista, escritor y viajero Juan Peláez está muy relacionado no sólo con la comunicación oral, sino también con la física, y acuna ambos conceptos en su día a día.

Juan Peláez, periodista, escritor y viajero, entre muchas otras cosas, nació en Madrid, pero posee una mitad andaluza de la que se siente realmente orgulloso. Juan es, además de un gran fotógrafo, físico y profesor de yoga, un aventurero muy comprometido con el medio ambiente y con la sociedad de su tiempo.

Mantiene innumerables colaboraciones en fundaciones como ONCE, Himalayan Rescue Assotiation, redacción y difusión de la Carta de la Vida, además de talleres de yoga para personas mayores y niños con discapacidad o acciones para la dinamización de la lectura, entre otras. Es un férreo defensor de los derechos humanos, denunciante de las injusticias sociales y «devorador de libros», combate contra los eufemismos, los conflictos armados o la destrucción del planeta.

“Sin la pasión, el mundo permanecería inmóvil, sin vida”, comenta. Y es que su pasión por la vida y el saber le ha llevado a más de 60 países, a escribir una docena de libros y a cabalgar entre la espiritualidad y tranquilidad del yoga con los deportes de alto riesgo.

Peláez está muy relacionado no sólo con la comunicación oral, sino con la física, y acuna ambos conceptos en su día a día. Utiliza sus técnicas de comunicación y habilidades adquiridas en la formación de estrategias de comunicación para las empresas (PNL) y la relación de éstas con los medios. Además, realiza talleres para la mejorar comunicación oral, escrita, la meditación y la relajación.

Gran pensador y comunicador, realiza una serie de reflexiones sobre la situación actual e intercambia apreciaciones propias con aspectos sociales, económicos y políticos emergentes en nuestra contemporaneidad.

La globalización, arma de doble filo:

Todo en este mundo es dual. La globalización tiene una parte muy positiva y otra negativa. Es decir, se ha globalizado la pobreza y la explotación y además, varios teóricos cuentan que después de la caída del muro de Berlín, el único modelo posible que existe es el neoliberalismo que actualmente tenemos y que es el que nos está conduciendo a esta crisis brutal.

La parte positiva de la globalización y de las nuevas tecnologías es que nos están permitiendo cosas increíbles como, por ejemplo, la enseñanza en tribus a usar web cam para controlar la explotación de recursos en la selva Amazonas. Luego tiene las dos partes. Es como decir que en internet hay pornografía. En internet no hay nada que no pueda haber, por ejemplo, en un kiosco. Lo único que, para determinados sectores, internet es muy peligroso porque permite la fluctuación de información rápidamente y que haya una interconexión enorme de información. Con el auge tecnológico hay que saber dónde buscar y, sobre todo, ser más sensible con lo que está ocurriendo.

Situación actual del periodismo:

Dicen tradicionalmente que los periodistas son los que más sabemos de nada. Y es que no hay mucho tiempo para fluctuar a la velocidad en la que se mueve la realidad, ni para la especialización de los periodistas. Eso hace que el tratamiento de la información sea en superficie, pero no en volumen.

El periodismo se ha convertido, porque le interesa al mercado, en un gabinete de comunicación, ya sea para trabajar en un medio o en una empresa. Y esos gabinetes representan grandes complejos empresariales o de partidos políticos. A su vez, la objetividad del periodista, cada vez, está más puesta en entredicho. Por ejemplo, a nivel internacional, los americanos aprendieron muy bien en la guerra de Vietnam, ya que cambiaron sus estrategias de comunicación y en vez de ir como periodistas libres siguieron la información desde dentro de un ejército. Al final, lo que hace es limitar, ya que sólo informa sobre lo que ellos quieren y de la forma que les interesa. En el lado opuesto se encuentra la figura de los FreeLancer, que son cada vez menores por los elevados costes. El periodista, además, se ha convertido en el objetivo. Antes se le respetaba y ahora es un elemento de presión para los gobiernos.

El panorama, además, se empobrece, porque tener medios de comunicación y periodistas informados no interesa y entonces en España la situación del periodismo es bastante complicada. Creo que ahora es fundamental que hubiera medios de comunicación independiente, y eso se está logrando gracias a la contrapartida de internet y la posibilidad que tenemos los periodistas y cualquier persona de denunciar la situación actual. Estamos llegando, al igual que a un mercado único, a un periodismo único. Interesa que todos los periodistas vayamos en una línea determinada, que no critique al sistema, y eso lo estamos viendo en todas las televisiones, donde hay asalariados de los partidos políticos que defienden, prácticamente y sin ningún criterio, las ideas de los partidos.

¿Narcotismo social?

Tenemos lo que nos merecemos. Hace poco se publicaron las cifras del umbral de pobreza y son sobrecogedoras. Por tanto, el sistema ha fracasado. Habría que llevar a cabo acciones alternativas que existen y que muchos teóricos, como economistas, sociólogos o premios nobeles, están proponiendo.

Pero el problema radica en que esas alternativas no se quieren escuchar. Por eso tenemos un gobierno corrupto e inepto que está invirtiendo en un futuro que va a llevar a España a una situación caótica en pocos años. Hace algún tiempo, participé en unas conferencias donde ya preveíamos esta crisis y ahora estamos previendo que la situación dentro de un futuro un poco más lejano entre en una situación muy crítica. Se están perdiendo todos los derechos sociales y luchas sindicales de todo el siglo XIX prácticamente. Además, se está recortando en unos sectores que son educación y sanidad, y de una manera absolutamente interesada y programada.

Comunicación y 15M

Los gabinetes de comunicación están dando una visión de qué es lo que está ocurriendo en determinado países del mundo, en Latinoamérica, en los países árabes y aquí con el 15-M. Se está demonizando la crisis árabe como si estuviera llevada a cabo por terroristas y no por gente que está indignada y harta de tanta corrupción e injerencia de las políticas de occidente.

El problema:

Se trata de uno de los pocos movimientos que responde a un malestar social y a unas ganas de cambio. El problema es que el 15M no es mayoritario. Mi percepción es que existe una minoría necesaria e imprescindible para que esto se mueva pero es una minoría que no es comparable a lo que está sucediendo en los países árabes. Hay toda una estrategia montada por parte de la ultraderecha que nos está gobernando para demonizar y convertir en delincuentes a través de los intentos para cambiar la ley. Están haciendo una estrategia de comunicación muy inteligente y es que equiparan a gente de calle al terrorismo.

Además, el movimiento asociativo en España nunca ha tenido mucha fuerza, puesto que no ha interesado. De hecho, la gestión de los centros culturales en Madrid podría estar gestionada por asociaciones y, en lugar de eso, se ha privatizado. Esto tiene una coste muy grave, porque cuando hay que responder ¿quién lo hace?, si no hay asociaciones, tampoco tradición asociativa, y además los sindicatos están vendidos, entre comillas, al Gobierno.

Proceso asambleario y la democracia:

Me parece que está en manos de la juventud. Los más jóvenes son los que por edad y por psicología evolutiva tienen que promover todo ese tipo de cosas. Hay que cambiar un paradigma completo y a eso es a lo que está respondiendo el movimiento del 15M. Es decir, se puede funcionar de otra manera y hay determinadas herramientas para gestionar la democracia real en vivo, para gestionar la economía de otra forma y para la participación ciudadana. Pero eso no interesa. Cuanto más se mueva la gente para pedir un cambio, cuanto más se mueva el movimiento asambleario, más radical se va a volver el otro lado. Ley de lo blanco y lo negro. Se trata de un juego de estrategia, lo que se llama sistema de autopoiético. Eso quiere decir que yo muevo algo y todo el sistema se recompone. España nos está costando mucho dinero y Alemania se está beneficiando a cero. ¿Eso es inocente? Ahí hay un interés.

Polarización Norte-Sur:

Hay que tener cuidado al hablar de la polarización norte-sur. Rumania o Bulgaria son Europa y si viajas allí te das cuentas de que están al mismo nivel que Perú. Hay que tener cuidado con las palabras porque incluso hasta las propias palabras son una trampa. Por ejemplo, si yo te hago un regalo, me responderás gracias y yo te contestaré “de nada”. Así toda la energía que yo he puesto en regalarte eso no lo estoy valorando. No olvidemos que venimos de una civilización, y esto no es nada inocente, judeocatólica donde en el fondo está el sufrimiento y quien vale es Dios, por tanto, no interesa que yo como persona me valore. Entonces, dentro del lenguaje general tenemos una serie de frases que van justo en contra de mi propia valoración personal y por tanto, como individuo, dentro de un colectivo. Así el cura, el político o el militar valdrán más que yo. Las estrategias de la comunicación están jugando permanentemente con las palabras. No es casual que al movimiento 15-M lo estén asociando con el terrorismo, ni tampoco que lo asocien a la primavera árabe.

Fuerza de la palabra:

En la actualidad no hay opción de diálogo. «Estás conmigo o contra mí» y el tema de cooperación no existe. No está dentro del mercado. Y responde a unos esquemas muy primarios. Ahora mismo se está hablando de gestionar el mundo desde el punto de vista más femenino y no porque lo haya gestionado las mujeres sino por los valores asociados ellas como la tolerancia, la cooperación, el diálogo, el trabajo en red o asociativo. Eso forma parte del mundo femenino, mientras que nos movemos ahora dentro del mundo masculino con el neoliberalismo donde prevalece la competencia y el «yo gano y tú pierdes». No hay posibilidad para la negociación y así es como estamos gestionando el mundo y la educación. La comunicación debe ser un proceso de comunión y ese es un proceso mucho más amplio que la propia comunicación.

Guerra encubierta:

Coordiné hace poco unas conferencias donde, un grupo de economistas, sociólogos y demás teóricos de diferentes partes del mundo, sacaron nefastas conclusiones. Después de revisarlas, tengo pocas esperanzas de que de aquí a final de siglo la humanidad sobreviva.  Los datos de cambio climático, que gestionan los profesionales en la materia y los datos de los investigadores del terreno, son catastróficos y nos lo están ocultando. El entrenamiento de periodista si algo te da es aprender a mirar mientras parece que no miras, que es lo más inteligente, pero cuando estás ante esas situaciones empiezas a cruzar datos.

Alternativas, posibilidad de cambio:

Hay esperanza. Poseemos campos electromagnéticos que nos permite interactuar con los demás. Esos campos electromagnéticos también están en la tierra y están cambiando. Es lo que se ha denominado las líneas de Harman. Ahora se está produciendo un aumento de frecuencia y eso hace que se esté produciendo un cambio a todos los niveles que tiene que ver también con nuestra propia espiritualidad, es decir, cómo nos percibimos a nosotros mismos ya no solo con nuestras señas de identidad sino con respecto al universo (todo lo que tenemos a nuestro alrededor). Somos un organismo caótico de ecuaciones en el que todas las variables están interrelacionada. Modificamos algo en algún sitio e inevitablemente se produce algo en otro. Durante muchos años nos hemos dedicado solo al estudio y desarrollo de la parte intelectual, de negocios… y ha llegado el momento de hacer un cambio hacia lo personal. A empezar a mirarnos de otra manera. Si no hay un cambio personal difícilmente podemos esperar un cambio hacia fuera.

No hay que olvidar que esta crisis no es solo una crisis económica, sino que va en volumen. Es una crisis de moral. Se puede apreciar en cómo están o estamos gestionando los recursos que creemos que son nuestros y el neoliberalismo, que se traduce en la gestión para cuatro años que es lo único que interesa, no está mirando a las generaciones posteriores. Si no empezamos a cambiar nuestras formas de pasamiento y nuestro paradigma no cambia, estamos abocados al fracaso. Es un proceso lento ya que no estamos acostumbrados pero es la esperanza que nos queda.

Acción ciudadana:

Hay que adoptar un cambio de estrategia. No se puede utilizar los mismos parámetros que los que controlan el poder. No su puede hablar de lucha porque así hablan ellos y entonces sería entrar en su juego. Las herramientas tienen que ser otras. Como no haya un cambio personal es muy difícil que haya un cambio general porque ellos tienen todas las herramientas: económicas, políticas, de comunicación… y a menudo hasta nosotros nos contaminamos. Estamos jugando a lo que ellos quieren y eso lo debemos de cambiar.

Valor humano:

El alma. Es la única vía que tenemos de conexión con el espíritu en el sentido de algo que nos transciende. El alma se encuentra envuelto en el cuerpo y eso es lo que nos lleva por la calle de la amargura. El alma es magnífica pero el resto, lo que es nuestra mente, nuestro cuerpo, ahí tengo mis dudas porque el hombre es un depredador. El alma es la esencia fundamental pero si no hay educación en valores o en cultura, no vamos a hacer nada. Somos depredadores y territoriales que además, no estamos dispuestos a compartir, es algo natural. Solo a través de la educación se corrige y por eso están tocando tanto en ese terreno. Se habla de educación cultural y sexual pero ¿dónde queda la educación emocional? hay mucho que extraer de la relaciones personales, la educación energética y las relaciones sentimentales. Pero eso no interesa.

http://www.youtube.com/watch?v=64zQj_h1Rvo&feature=youtu.be

 

www.SevillaActualidad.com