Julie Gavras presenta un film cargado de humor y buenas interpretaciones de Isabella Rossellini y William Hurt. Con ciertas lagunas, la película aspira a ganar el Giraldillo de Oro del Festival de Cine Europeo.
La excesiva burocratización del Festival dificulta la entrada a la efímera sala del Lope de Vega con un pase de prensa. Finalmente, tras unirse casi a escondidas a un evento al que los periodistas vamos a trabajar, arranca la gala de presentación de ‘Tres veces 20 años’.
Ver cine en un teatro, y que ese teatro sea el Lope de Vega, condiciona la opinión del espectador. Bajo el lamparón de araña y los decorados palcos que aún respiran el ambiente de la Expo del 29, es difícil no ver con buenos ojos una película.
La obra de Julie Gravas es una comedia. Mary y Adam acaban de cumplir los 60 años, se han dado cuenta de que se están haciendo viejos e intentan afrontarlo de distinta forma. Ella acepta la vejez y quiere hacer cosas de anciana. Él, prefiere retrasar esa fase y vivir en un ambiente jovial que no le recuerde a cada instante que ya no es el chaval que fue.
Isabella Rosselini y William Hurt no conectan mucho entre ellos, pero aún así sus interpretaciones son, cuanto menos, notables. A la italiana le basta con un simple gesto para arrancar la carcajada. Sin olvidarnos de Nora (Doreen Mantle), una anciana que cada vez que habla hace subir el pan.
Con un guión basado en el humor, ‘Tres veces 20 años’ tiene algunas lagunas en la narración y, conforme ésta avanza, el tópico aparece más frecuentemente. Aún así, da buen ejemplo de la superación de una edad que a todos nos llega, pero que nadie quiere afrontar.
Le será difícil lograr el Giraldillo de Oro al que aspira, pero el film de Gravas tiene la capacidad de hacer pasar un buen rato a jóvenes y mayores. El martes aún quedan dos pases por proyectar, aunque ya sin la magia y el excelente sonido del Lope de Vega, en las salas 15 y 18 de los cines Nervión Plaza.