Viento Sur Teatro y el Centro de Danza Matilde Coral requieren que el Ayuntamiento de Sevilla incluya en su último pleno la declaración de ‘interés público’ del futuro Teatro Triana “para facilitar la interlocución con las entidades financieras en la obtención de los créditos necesarios para su realización, considerando ante todo que se trata de una cesión temporal y que todo lo construido quedará en manos de la ciudad».
Ante la situación en la que se encuentran -que les lleva a abordar las obras como una inversión privada debido a la falta de ayudas, según señalan fuentes de Viento Sur Teatro- piden que los políticos “tengan coherencia en el compromiso adquirido y que la Corporación Municipal incluya en su último Pleno antes de las elecciones del próximo 22 de mayo la declaración de ‘interés público’ de este proyecto”
De igual forma, tanto la Escuela de Matilde Coral como Viento Sur Teatro, que se han constituido S.L. para hacer frente a la carga económica de este proyecto, han reiterado que este reconocimiento de “interés público” se formalice institucionalmente «con el compromiso de todas las fuerzas políticas representativas». Asimismo han resaltado que esta gestión ya se ha hecho antes con otro plan de teatro de Sevilla.
Desde el primer momento este proyecto conjunto- que incluía una escuela de teatro, una escuela de danza y un teatro para el barrio de Triana- contó con ayudas por parte del Ayuntamiento, como la cesión de un terreno llamado ‘Campo de Huevo’, una ayuda esporádica de 35.000 euros del área de Cultura dentro del Plan Director y el amparo del Ministerio de Cultura con una contribución de 400.000 euros, además de la colaboración de la Consejería de Cultura.
Los problemas llegaron durante el desarrollo de las gestiones, llevadas a cabo sobre todo por el estudio del arquitecto Manuel Rojo y Asociados. «Nos fuimos encontrando con innumerables dificultades que comenzaron con las dudas sobre la titularidad del suelo catalogado en Urbanismo como SIPS» explican desde Viento Sur. Añaden que de ese mismo terreno tuvieron que ceder al Área de Juventud y Deportes 2.485 metros cuadrados de los 4.404 iniciales. Aseguran que la razón de esta transferencia fueron “los compromisos políticos adquiridos por la Corporación Municipal con el barrio».
La solución a este obstáculo fue la modificación del proyecto “que obligó a subir los edificios a dos plantas con el consiguiente encarecimiento del mismo, de modo que se procedió a la solicitud de licencia de obras “. Sin embargo se encontraron con varios problemas “entre ellos unos conductos de Emasesa y un cable de alta tensión del metro que atraviesan todo el terreno, de ninguno de los cuales se nos informó en Urbanismo», según explican.
Esto les ha llevado “a redimensionar por segunda vez el proyecto, levantando los edificios de las escuelas a tres plantas y teniendo que convertir el teatro en un espacio escénico al aire libre, ya que no hay espacio suficiente para cimentar», explican, lo que ha conllevado la elaboración de un nuevo proyecto «con la consiguiente petición de nuevos permisos y visados, amén del gasto económico», lamentan.
Ante todos estos problemas piden encarecidamente a los políticos que tengan coherencia en su compromiso, e insisten en que “en su último Pleno antes de las elecciones la Corporación Municipal declare de ‘interés público’ este proyecto»