El Sol cuajó una excelente primera salida procesional/SA

La cofradía de El Sol se estrenó ayer con un cortejo novedoso y muy bien cuidado. La tarde del Sábado Santo  fue ganando público poco a poco hasta colmar las calles del Centro. Las hermandades de La Trinidad, Los Servitas, El Santo Entierro y La Soledad, también hicieron una buena estación de penitencia a la Catedral.

El crucificado de La Trinidad solo cumple 8 años desde que se talló/SAÁngel Espínola. Se estrenaba El Sol en el Sábado Santo tras pocos años procesionando por Sevilla y, curiosamente, la gente no le acompañó. Quizás por ser nueva o por el calor de las dos de la tarde, la calle Palos de la Frontera estaba totalmente desierta al paso de la joven cofradía. Sólo el curioso extranjero que por allí pasaba se detenía a fotografiar tan bella estampa.

El cristo yacente de Los Servitas, a su paso por Orfila/SASi estuvo más arropada en el meritorio paso por el Postigo. El paso de cristo pasaba justo y la cuadrilla de costaleros despertó la emoción de los primeros asistentes al Sábado Santo.  La banda del Sol, que tras tantos años tocando conseguía al fin acompañar a sus titulares hasta la Catedral, se lució en todo el recorrido. El paso de virgen, por su parte, mostró una extraña estampa en las dolorosas de Sevilla: tres figuras bajo el palio (San Juan, La Virgen y María Magdalena), y unos varales de caoba de gran hermosura.

El paso alegórico de la Canina repsenta el triunfo de la Cruz/SACon la caída de la tarde, el centro de la ciudad se llenaba poco a poco. Los Servitas pasaban por la calle Orfila con la sobriedad que los caracterizan. Tambores destemplados y la llamada larga. El paso de palio tiene una canastilla con mucho oro, lo que le da una luz especial en cada chicotá.

La Soledad de San Lorenzo, momentos antes de entrar en Campana/SAJusto después procesionaba por la misma calle La Trinidad con sus tres pasos, a cual más espectacular. El misterio alegórico es una maravilla. Moviéndose de costero a costero y sobre los pies, demuestra categoría a raudales. El segundo misterio, aunque más escuetos sus andares, brillaba con la música de las Tres Caídas de Triana. Por último, el paso de virgen mostraba un  palio de gran talla, y un manto muy bordado. Aspectos religiosos aparte, lo cierto es que la belleza artística de cofradías como ésta dan mérito a todos los artesanos que trabajan para la Semana Santa.

Ya casi anocheciendo salía de San Lorenza La Soledad. Con un poco de retraso tras un pequeño percance con la corona, se paseaba la dolorosa más antigua de Sevilla por las calles del centro, siempre con mucha velocidad. Numerosísima presencia de público para ver a esta cofradía cuyo cortejo supera los 1.000 nazarenos, muchos de ellos niños.

Por último, la hermandad de El Santo Entierro anunciaba el fin de la Semana Santa. Aquí los aspectos religiosos se anteponen a los estéticos. Demasiadas autoridades y excesivos simbolismos para unos pasos que corren sin dejar apenas oler el incienso que desprenden sus acólitos. El estilo gótico de la urna, no obstante, despierta respeto a su paso.

Para muchos con esta cofradía acabó la Semana Santa 2010 y ya comienzan a pensar en la siguiente. Para otros, sin embargo, aún les quedan por disfrutar de la Resurrección y la vuelta de la hermandad del Polígono a su templo. Sea cuando sea, la Semana Santa de Sevilla acabará tan espléndida como empezó.

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