Después de una intensa madrugada, el Viernes Santo ha obsequiado a los sevillanos con una tarde inmejorable.

Fernando Castillo. El Viernes Santo es el día de duelo por la muerte del Señor y así se deja ver en las diferentes hermandades que han realizado su estación de penitencia en el día de ayer.

Dentro de esta jornada se han podido vivir momentos muy intensos como la recogida del Cachorro por un Puente de Triana totalmente apagado dejando ver como único haz de luz el impresionante paso del Cristo de la Expiración.

Otro de los momentos de más recogimiento, intimidad y emoción es la entrada de Montserrat donde con muy poca gente se podía observar de cerca el paso de la Virgen totalmente encendido mientras se escuchaba una saeta a pie de paso.

 En definitiva, un Viernes Santo inolvidable como lo han sido casi todos los días de Semana Santa.

www.SevillaActualidad.com