Museo Macareno: una muestra de las subvenciones públicas a la Iglesia/SA.

La Hermandad del Silencio organizó en la noche del viernes una mesa redonda en la que Gómez de Celis, Gregorio Serrano, Paola Vivancos y Joaquín Moeckel disertaron sobre las relaciones entre la administración local y las hermandades, especialmente en materia de subvenciones.

 

Daniel Gutiérrez. La devota Imagen de Jesús Nazareno fue testigo de la mesa redonda que se organizaba en la sede canónica de la Hermandad del Silencio. A ella fueron convocados el delegado de la Presidencia y Urbanismo, Gómez de Celis, el portavoz del grupo popular, Juan Ignacio Zoido –que fue sustituido por Gregorio Serrano-, la adjunta al Defensor Andaluz, Paola Vivancos, y Joaquín Moeckel.

Los ponentes disertaron sobre la conveniencia de las subvenciones que reciben las hermandades por parte de la administración local y hasta qué punto éstas coartan la libertad de expresión de sus componentes por miedo a perder dichas ayudas.

Por su parte, Gómez de Celis justificaba las ayudas en materia urbanística a las hermandades porque desde el consistorio sevillano tienen el conocimiento y el compromiso de coadyuvar en el mantenimiento del patrimonio histórico, artístico y cultural de las hermandades. Recordaba de Celis que, solo desde su delegación, se han invertido 4,5 millones de euros para el mantenimiento de edificios religiosos.

Igualmente, de Celis insistía en que “las ayudas nunca han tenido contraprestación política”, recalcando en ello con insistencia. En la actualidad, la Gerencia de Urbanismo está trabajando con el Consejo de Hermandades para la creación de un organismo que distribuya las ayudas entre todas las hermandades para la conservación del patrimonio.

El concejal del PP, Gregorio Serrano, recordó que España el artículo de la Constitución donde se especifica que las autoridades tendrán en cuenta los sentimientos religiosos de los ciudadanos, justificando así las subvenciones a las hermandades. Serrano recordaba la acción social de las hermandades y la obligación que tienen de mantener el patrimonio.

Paola Vivancos, que fue concejal del PA en el consistorio hispalense, dio unas pinceladas sobre el significado de las palabras cofradía y subvención así como insistió en el efecto adormecedor que surten las subvenciones en las hermandades y cuestionaba que “cuando se da una subvención no se pida nada a cambio”.

Por último, el abogado Joaquín Moeckel insistía en que las hermandades deberían intervenir más en los asuntos políticos que chocan con cuestiones religiosas. Señalaba que “las hermandades están acomplejadas”, indicando que las subvenciones no podían ser puntuales. Igualmente, recordaba a los presentes que las hermandades no son ONG aunque realicen obras de caridad y de asistencia social.

Una pregunta en el aire

Después de las intervenciones una pregunta pasó a formar parte de lo que muchos ciudadanos piensan. ¿Quién hace mal, las hermandades por recibir o el ayuntamiento por dar? Esto abrió el viejo debate entre la teoría y la realidad, aludiendo a los ya famosos casos como las declaraciones del pregonero de este año o los ‘nazarenos ateos’.

En este sentido, en la disyuntiva entre la teoría y la realidad, Vivancos infundía que “se dan subvenciones para callar a la masa pública” que está íntimamente ligada con las hermandades y cofradías de Sevilla.

Siguiendo por este debate, salieron sobre la mesa los ya manidos asuntos de siempre: gestión de la carrera oficial, obra asistencial de las hermandades, conservación del patrimonio, hermanos capiroteros y separación total de la política en las hermandades.

En palabras de Asenjo

El hermano mayor del Silencio, Antonio Rodríguez Cordero, recordaba en la presentación del acto las palabras del arzobispo sevillano Juan José Asenjo, cuando decía aquello de “sed pobres pero libres”.

A estas palabras de monseñor, Gómez de Celis argumentaba que el arzobispado también recibe ayudas económicas por parte de la delegación de Urbanismo, teniendo en vigor algunos acuerdos tomados entre ambas partes. En este sentido, el delegado recordó algunas de las actuaciones como el Salvador, la Basílica del Gran Poder y la Macarena, la iglesia de Montserrat o la casa hermandad de Madre de Dios, en Triana.

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