La Hermandad del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad celebra el solemne Septenario en honor a su titular, la Virgen de la Soledad, patrona y alcaldesa perpetua de Cantillana. Los cultos, que se ofician en su ermita, comienzan a las ocho de la tarde con rezo del Santo Rosario. El pasado 21 de febrero tuvo lugar una misa en honor al antiguo Cristo de la Agonía en la que se entonó el ‘Santo Dios’, plegaria de cuya base melódica surgió el Himno de Andalucía.
Sevilla Actualidad. Siete días por delante para honrar a la patrona de los cantillaneros; la Virgen de la Soledad. La imagen de la dolorosa es anónima y data de mediados del siglo XVI. La Hermandad del Santo Entierro celebra desde esta tarde los cultos en honor a su titular que comenzarán con el rezo del Santo Rosario, seguido del ejercicio del Septenario, coplas y la santa misa con predicación a cargo del padre Fernando García, párroco y director espiritual de la Hermandad.
El 26 de marzo, Viernes de Dolores, a las ocho de la tarde la corporación celebra su Función Principal de Instituto. La venerada imagen queda expuesta en devoto besamanos al término de la santa misa.
La corporación realiza su solemne Estación de Penitencia a partir de las siete de la tarde del Viernes Santo, con el acompañamiento de la Banda Municipal de Música Ntra. Sra. de la Soledad de Cantillana, hasta la madrugada, dedicando el Domingo de Resurrección a la celebración de una misa de felicitación pascual a las ocho de la tarde ante el paso de palio.
El ‘Santo Dios’ de Cantillana al Cristo de la Agonía
La Hermandad de la Soledad de Cantillana conserva desde 1955 en su ermita la antigua talla del Cristo de la Agonía, imagen de mediados del siglo XVI realizada en pasta de papel policromada, procedente del antiguo Convento de San Francisco. Esta imagen goza de una gran devoción en Cantillana siendo costumbre sacarlo en procesión en rogativas para pedir la lluvia.
Durante la Cuaresma (el pasado 21 de febrero) se le dedica una Solemne Eucaristía en la que se canta el ‘Santo Dios’, una plegaria propia de los campesinos cantillaneros en cuya melodía -que Blas Infante tuvo oportunidad de conocer durante los años 1910 al 1923- se basa el Himno de Andalucía que hoy conocemos. Al término de la misa el Cristo de la Agonía queda expuesto en devoto besapies.