Sevilla se despierta con un sabor diferente el Jueves Santo, sabor a tortillita de bacalao y a colas en las puertas de las capillas.
El Jueves Santo siempre ha cargado con el sambenito de ser la antesala de la Madrugá y, por tanto, una jornada de la que prescinden muchos. Lo que no saben muchos es que renunciar a este día es obviar que la elegancia más pura recorre nuestras calles de la mano de Pasión, La Exaltación, Los Negritos, El Valle, Monte-Sión, Quinta Angustia o Cigarreras.
Lo más llamativo de este Jueves Santo, además del viento que movía las mantillas de las mujeres que optaron por el luto, fue que la jornada llevó un retraso de media hora. El público sigue sin acostumbrarse a las calles acotadas por vallas, aunque durante la tarde de este jueves las aglomeraciones se hicieron esperar y no fue hasta bien entrada la tarde cuando el centro de la ciudad adoptaba la estética del resto de las jornadas.
La meteorología ha quedado en un segundo plano, pues ni las nubes ni el excesivo calor han hecho acto de presencia. Había más gente que en años anteriores y también había más ganas de disfrutar estrenos del día; se sentía en el ambiente la necesidad de buscar el ánimo de los nazarenos de capa y la solemnidad de los de cola.
Escuchar Virgen del Valle o sobrecogerse ante la imagen de Pasión son de esos placeres que oculta la Semana Santa que sólo son capaces que apreciar los más constantes, o jartibles, de esta fiesta. UN patrimonio personal e intransferible que se tercia como el mejor preludio para la noche más larga.
La peor cara del Jueves Santo
Anécdotas aparte, y puestos a hacer críticas constructivas, como trianera que soy admito que he sentido sonrojo al ver ciertas prácticas en la calle Pureza. Bien es sabido que en todas las capillas, parroquias y demás sitios sagrados por los que salen hoy las hermandades de La Madrugá, se aglutinan aquellos que desean estar en primera línea a la hora de la salida de su cofradía predilecta.
Sin embargo, en la calle Pureza, en las inmediaciones de la Capilla de Los Marineros, se ha podido apreciar este Jueves Santo auténticos campamentos base en los que seis personas ocupaban un espacio en el que más adelante, y por lógica, ocuparán 30 espectadores. Mantas al suelo, sillas de casa y hasta una cachimba 12 horas antes de la salida del palio de la Esperanza de Triana.
Tal vez, si todos supiéramos comportarnos durante esta fiesta no sería necesaria tanta valla, pero hasta que aprendamos seguiremos viendo cómo nuestro camino se acorta abruptamente.
Que te sientes en una sillita vale, pero tumbarse ya es…. ahora en Pureza para la @EspDeTriana #SSantaSevilla17 pic.twitter.com/YF6wwyCXMR
— Candela Vázquez (@Canvazmar) 13 de abril de 2017
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Galería de imágenes, autores: Miguel Arco, Álvaro Ceregido, Adrián Yánez, José Carlos Rodríguez, Mercedes Serrato, Candela Vázquez, Ángel Martín.