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La jornada que empezó con retrasos, hermandades que no salían y el regreso de Santa Genoveva al poco tiempo de comenzar su estación de penitencia, terminó por ser un día corto de cofradías pero lleno de cosas.

 

La negativa de la Hermandad del Polígono de San Pablo a poner su Cruz de Guía en la puerta, contrastó con la decisión complicada de Santa Genoveva de iniciar su camino a la Santa Iglesia Catedral. Tras un retorno que nadie esperaba, el Lunes Santo, roto y paralizado empezó a llenarse de esperas, cabildos, partes meteorológicos y noes. San Gonzalo no salía, Redención tampoco, y aunque no sorprendiera mucho, Santa Marta tampoco.

La redacción de este medio es tan real como si de una oficina física se tratara. Tenemos el mismo ambiente frenético cuando hay noticias, las mismas bromas privadas, los momentos de tontear un poco cuando la actualidad se dilata… En esas, quien firma esta crónica clamaba por una noticia, una cofradía en la calle, cualquier cosa que la ayudara a enfrentar el digital folio en blanco. Ya saben, nunca deseen nada demasiado, corren el riesgo de que se cumpla.

La alegría empezó a ser un dominó con partes favorables, la salida de Las Aguas, Las Penas, Vera Cruz y Museo. La ciudad se echó a las encharcadas calles, ansiosa de vivir la euforia del día anterior, cuando se tuvo la sensación de combatir a los elementos.

Discurrían los cortejos silenciosos, aplacando el murmullo gritado que las masas producen. Las Aguas hacía honor a esa cita fundacional que la describía como una hermandad trianera por los cuatro costados Y en estas, esperando el palio del Museo en la calma de la calle Alfonso XII, llegó algo con lo que nadie contaba pero que parece que ya es frecuente. Una mujer gritaba ¿el qué? Aún no lo tengo claro. En cuestión de segundos el murmullo creció, se extendía como una imparable ola calle arriba, desembocando en el Duque y perdiéndose en el temor que propicia la ignorancia de no saber que es lo que pasa. Por suerte, yo y todas las personas que estaban a mi alrededor conservamos una aceptable calma, sin correr, sin propagar el pánico, sorprendiéndonos ante un cuerpo de nazarenos con algunos antifaces fuera y subiendo a las aceras, pero que no tardó en rehacerse. ¿Qué pasó? Tenemos de momento la teoría de la madre y el niño perdido, la de una pelea por pasar, y leí algo más. No lo sé, la verdad. Estaba allí y no tengo ni idea de que pasó, pero si sé lo que podía haber pasado, y la verdad, mejor ni pensarlo. Una familia foránea preguntó si aquello era una bulla. Verte explicando la diferencia es raro, empezamos a tener cierta costumbre de estos incidentes, lo cual no tiene que ser bueno. Tampoco mi indiferencia ante el hecho les debió parecer desconcertante, como si la sevillanía te dotara de un cromosoma extra para que no te impresionaran las cosas inexplicables.

Los aforos de las calles, las vallas y las aglomeraciones son otra realidad. Salvador, Sagasta, Cuesta del Rosario, empiezan a ser puntos igual de complicados que cuando no había medidas. Es un debate interesante; si no nos regulan hay incidentes, si nos regulan, también.

El día tiene retrasos significativos. Curioso, Más de la mitad de las hermandades no han salido pero no nos libramos de parones, esperas y tiempos que se eternizan.

La gente se aproxima a besar el fragmento de la verdadera cruz, la gente se emociona con la voz de Manuel Cuevas en la entrada de Las Penas, la gente sueña ya con el Martes Santo, la gente cuenta que estaba en Alfonso XII, la gente desespera esperando que entre el palio guadalupano de Las Aguas… La gente, la gente y la gente. Esa masa que se ha echado a las calles, que desborda las planificaciones, que da forma y sentido a esta semana vulnerable al clima y las autoridades.

El Lunes Santo ha sido raro, incluso surreal. Mutilado, fragmentado, algo caótico y con los ecos trianeros de Tres Caídas que te colocaban en el ambiente de una añeja película de romanos. El frío y la humedad calaban hasta los huesos, y pese a todo, ha sido maravilloso haber podido vivir esta jornada. Puede que ese optimismo catastrófico sea otra de las cosas que van en ese cromosoma extra que en esta ciudad se tiene.

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Galería de imágenes de lo más destacado del Lunes Santo

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...