Los desfiles procesionales que tendrán lugar entre el Viernes y el Sábado de Pasión alcanzan ya la docena. Este año, tras la incorporación de Padre Pío y el flamante estreno de la Hermandad de la Milagrosa y la Asociación del Amor de San Jerónimo al Sábado, las jornadas de vísperas se igualan a la Madrugá en número de procesiones, concretamente seis cada día. Sevilla crece, su fe cofrade también. La verdad está ahí afuera.

Cuando en 1995, después de aprobarlo el Cardenal Amigo, la cofradía de Torreblanca hacía su primera salida con nazarenos, nada hacía imaginar que tanto el Viernes de Dolores como el Sábado de Pasión se convirtieran en citas paralelas de una Semana Santa que no conoce la Campana como centro neurálgico ni tiene como obligada referencia los palcos de la Plaza de San Francisco.

Es una Semana Santa distinta, popular, alejada de los estereotipos y a la vez, dentro de los cánones que marca la tradición más conspicua. Perfiles de cofradías serias como Pasión y Muerte (Triana-Los Remedios) o el Cristo de la Corona (entorno de la Catedral) confrontan su estilo a las más alegres de San José Obrero o Bellavista, signo de la vivencia semanasantera en muy diversos puntos de la ciudad.

Viernes de Dolores

Los nazarenos de Pino Montano serán, desde este año, los primeros en recorrer la ciudad tras el cambio de Padre Pío a la jornada del Sábado. Desde la parroquia de San Isidro Labrador saldrá el Viernes de Dolores la cofradía de Jesús de Nazaret y María Santísima del Amor. El misterio escenifica el prendimiento de Jesús y lleva el primer olivo de toda la Semana Santa. Gran parte de las novedades están centradas en el palio. Se han restaurado la corona de la Virgen y los varales, que se mecerán al son de la nueva marcha «Amor y Esperanza», obra del joven compositor Alejandro Blanco.

Tan sólo minutos más tarde, la agrupación de Bendición y Esperanza llenará las calles del Polígono Sur de aquello que representan sus titulares y de lo que tan necesitado está ese barrio que, como Ave Fénix, renace cada día de sus cenizas. Esta agrupación nace del esfuerzo de muchos jóvenes cofrades que, con una banda de cornetas y tambores o un taller de talla en madera (que está realizando el único paso), hacen más grande el patrimonio humano y artístico de la entidad. El misterio representa el encuentro de Jesús y María en la calle de la Amargura. La Dolorosa estrenará un puñal donado por el orfebre Díaz Carpena. El acompañamiento musical del misterio correrá a cargo de la afamada agrupación «Virgen de los Reyes».

Habrá que esperar a las 18:30 horas para que los nazarenos blancos y azules de La Misión inunden las calles de Heliópolis de espíritu claretiano. Será el primer paso comandado por Antonio Santiago, capataz de la Macarena, en toda la Semana Santa. Esta cofradía nació de una hermandad de gloria que aún sigue teniendo la devoción principal en el Inmaculado Corazón de María. Fíjense en la buena labor de José Javier Fernández como vestidor de todo el misterio, obra del escultor Bonilla Cornejo. La procesión se nutre de muchos alumnos del colegio religioso paredaño a la parroquia, y ese espíritu infantil es una de sus señas de identidad.

El barrio de Bellavista pone también cada Viernes de Dolores su cofradía en la calle. La hermandad del Dulce Nombre, a pesar de atender cada día más de un centenar de personas en el comedor social que regenta, no descuida su patrimonio y este año sigue enriqueciendo la talla de su paso de misterio. Para el palio, que estrenará como capataz a Ernesto Sanguino, la novedad es la miniatura de la Virgen de Valme, protectora de Dos Hermanas, que ha regalado la hermandad que la venera en dicha ciudad. En el paso de Cristo hay que fijarse en la actitud de San Pedro, que, fiel al evangelio, sostiene la espada para cortarle la oreja al criado del sumo sacerdote.

Las Vísperas incluyen dos hermandades de corte serio que saldrán en torno a las ocho de la tarde. En la calle Virgen de Fátima, junto a la avenida República Argentina se levanta la peculiar iglesia del Buen Aire, que ocupa un lugar comercial, teniendo en ella su sede la cofradía de Pasión y Muerte. Con el crucificado como único titular, que procesiona acompañado de nazarenos de ruán negro, tiene como novedad el barnizado del canasto, llevando la reliquia de San Diego de Alcalá, santo al que profesan devoción muchos hermanos y que ha sido cedida por la hermandad que venera a dicho santo en San Nicolás del Puerto. El acompañamiento musical corre a cargo de la capilla musical onubense Gólgota, dirigida por Jerónimo Mora.

La última cofradía de la jornada sale del mismo corazón de la ciudad, a los pies de la Giralda. La procesión del Cristo de la Corona estrenará escenarios que nos serán familiares estos días. El entorno de la Catedral, la calle Francos y el barrio de Santa Cruz serán telón de fondo para el cortejo de nazarenos morados presidido por el paso del Nazareno que lleva la cruz al revés, cuyas andas se siguen ornamentando, estrenándose esta vez el tallado de los faroles. Es la única cofradía de Vísperas que recorre espacios comunes a la gran parte de hermandades que procesionan de Domingo a Domingo, distinguiéndose por esta característica ambiental.

Sábado de Pasión

Las mayores novedades de las vísperas se concentran para el Sábado de Pasión, víspera del ansiado Domingo de Ramos. Las otras seis corporaciones, cinco como cofradías y una agrupación parroquial, llenarán sobre todo el este de la ciudad de procesiones de estilo alegre. Tres Cristos con la cruz a cuestas, un Cristo caído y dos grandes misterios se verán acompañados de cinco pasos de palio entonados en azul y rojo de forma predominante.

Si hasta el año pasado la hermandad de Padre Pío-Palmete, saliendo el Viernes de Dolores era la primera de toda la ciudad en sacar nazarenos a la calle, ahora será la que arranque la jornada a la temprana hora de las tres de la tarde. Se abrirán entonces las puertas de la parroquia del Buen Pastor para que salga la cofradía en dirección al Cerro del Águila, en cuya parroquia de los Dolores harán estación los pasos en torno a las ocho de la tarde. La agrupación musical Santa Cecilia pondrá música al paso de Cristo. El palio concentra las novedades, concretamente la vestimenta de la Virgen de la Divina Gracia para la cual se estrenan una saya bordada por las hermanas y un tocado.

Dado el gran recorrido que hace por su barrio, tiene que salir también temprano, a las cuatro y media, la cofradía del Divino Perdón del Parque Alcosa, en cuyo paso de palio se estrenará la reliquia de la Beata Ana María Javouhey, titular de su templo. Siguen latente en el barrio el incendio de la parroquia de los Desamparados, ante la cual, ya reabierta al culto, harán estación a las nueve y media de la noche. La advocación de la Dolorosa, titulada Purísima Concepción, expresa de forma renovada la devoción inmaculista de la ciudad, expresada en una imagen obra de Navarro Arteaga del año 2002, quien realizó también al titular cristífero, un hermoso Nazareno.

Pocos minutos más tarde será el turno de la cofradía de Torreblanca, la decana de las vísperas, que desde hace veintiún años procesiona por las calles de todo el barrio visitando la parroquia del Inmaculado Corazón. Los titulares, imágenes realizadas por escultores contemporáneos, reciben honores dignos de cualquier procesión del centro. Las mejores bandas les acompañan: el misterio lleva la Agrupación Musical «Virgen de los Reyes». El gran proyecto de la hermandad es el nuevo paso de palio, del que estrenan parihuela, respiraderos (en fase de carpintería), doce varales, palio y manto para la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

Cuando el reloj marque las 17:30 horas, en dos puntos de la ciudad se iniciarán sendas procesiones de hermandades pujantes, concretamente las últimas en haber adquirido rango penitencial dentro del Consejo. La más conocida como hermandad de La Milagrosa, que este año por primera vez llevará nazarenos de cola blancos con escapulario verde, recorrerá el barrio de Ciudad Jardín visitando el Hospital de San Juan de Dios y la casa salesiana de Nervión. Su paso de misterio, que ha ganado la fama auténtica de ser el más grande de la ciudad irá acompañado por la guardia judía. La Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos, tallada por Francisco Buiza, saldrá restaurada por Darío Fernández Parra, uno de los mejores imagineros contemporáneos.

En el caso de la hermandad de San José Obrero, repetirá la iconografía de Jesús Nazareno cargando con la cruz, pero en este caso aparecerá ayudado por Simón de Cirene. Las dos imágenes son de Fernando Aguado. La Virgen de los Dolores, ópera prima de Álvarez Duarte, va en un palio entonado en azul real que está siendo bordado progresivamente por José Antonio Grande de León. Se estrenan las piezas que completan la candelería del paso de la Virgen. El Señor va sobre el paso de San José Obrero, patrón del barrio que abre tradicionalmente las procesiones de gloria de la ciudad.

A las seis de la tarde hará su salida la agrupación de San Jerónimo, que ha iniciado hace poco tiempo su andadura, consiguiendo gran arraigo en el barrio. Para ellos todo es estreno. La propia imagen de Jesús del Amor en su Divina Misericordia, realizada por Mariano Sánchez se estrenará en las calles con nueva túnica y potencias. El estandarte, el guión de Santa Ángela o las ropas de los acólitos son también novedad. El Señor saldrá guiado por el capataz Juan León. La Agrupación ha proyectado incorporar al misterio varias figuras más para configurar la escena en la que que Jesús no puede con la Cruz y la lleva solamente el Cirineo.

Estos son los doce varales de unas vísperas cofrades que despertarán el gusanillo de procesiones por toda la ciudad. Primero serán los barrios, luego el centro histórico. Pero en todos los rincones, el incienso, la corneta y el clavel compondrán la sinfonía sentimental de cada primavera, vivida de mil formas pero con un solo nombre: la Semana Santa.

Sevillano habilitado por nacimiento, ciudadano del mundo y hombre de pueblo de vocación. Licenciado en Historia del Arte que le pegó un pellizco a la gustosa masa de la antropología, y que acabó siendo...