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Cuatrocientos cincuenta años no se cumplen todos los días, y eso lo saben estupendamente en la parroquia que tiene el lujo de descansar al pie del Guadalquivir a su tránsito por Triana.

Desde mediados de enero hasta el 29 de octubre de 2016, día en el que saldrá de manera extraordinaria la virgen rememorando aquellas procesiones dentro de los límites del arrabal, La O viene realizando y llevará a cabo distintas actividades que pregonen a los vientos tan importante onomástica.

En agosto de 1566 se registran las primeras reglas de la corporación que comenzó rindiendo culto a la Virgen de la O y que más tarde incorporó la imagen y advocación de su personalísimo Jesús Nazareno, que cada Viernes Santo camina encorvado con su peculiar cruz ochavada de carey.

Una exposición mostraba recién acabada la Navidad los enseres de sus distintos pasos a lo largo de sus cuatro siglos de historia. En la muestra fue destacable descubrir la evolución de sus túnicas nazarenas, que fueron expuestas ante el curioseo de propios y extraños. El broche de oro lo puso el paso de Cristo, que tras restaurarse durante el curso cofrade anterior pudo ser visto de cerca en el patio del antiguo convento de San Acasio.

Las charlas de formación han sido otro de los ejes de la conmemoración, Marcelino Manzano, Maruja Vilches y Álvaro Pereira ofrecieron sendas ponencias que giraron en torno a la bula MisericordiaeVultus, la dimensión socio-caritativa de las hermandades y la figura del Nazareno como rostro de la misericordia.

Los cultos que comenzaron el 1 de febrero también aportaron datos para conocer mejor los recovecos de esta corporación, y es que una de sus funciones fue dedicada a Santa Brígida, titular hasta bien entrado el siglo XVIII que llegó a tener un hospital dedicado a su nombre de cuyo seno surgió la devoción hacia la O.

Últimamente la hermandad además está difundiendo entre las vecinas hermandades del barrio su proyecto “Esperanza y Vida”, que desde 2007 ayuda a favorecer el desarrollo normal del embarazo de mujeres en riesgo de exclusión, reforzando el pilar básico que para las hermandades debe suponer la acción social.

La O seguirá festejando su nacimiento en los meses posteriores a la Semana Santa, puesto que el 7 de mayo participará en el cortejo del Corpus de Triana saliendo de la parroquia de Santa Ana después de realizar en rosario de la aurora su traslado por la feligresía. Todo culminará en la mañana del 29 de octubre como citábamos anteriormente, cuando la dolorosa bajo palio realice una salida procesional que recordará cómo eran las estaciones de penitencia a Santa Ana, antes de que las cofradías trianeras, esta la primera en 1830, se aventuraran a cruzar el puente de barcas para dirigirse a la Catedral.

A modo de apunte especial, es obligatorio mencionar el recorrido de vuelta del Viernes Santo que llevará a la cofradía por Temprado y Rodo, trayéndonos una preciosa estampa que evocará aquellos tiempos en los que el Arenal era un laberinto de calles que desembocaban en la otra ribera del río, la sevillana.