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Si no estás en las redes sociales, directamente no existes. Esta es la premisa que siguen a rajatabla las hermandades sevillanas que con el paso de los últimos años se han sumado a la visibilidad online de Twitter, la red social en alza a la hora de transmitir información de inmediato que prácticamente todos poseemos en nuestro teléfono móvil a través de sus distintas app.

Las convocatorias, los bandos y las octavillas a la puerta de las secretarías y casas de hermandad se ven de este modo respaldadas y suplementadas por la red social del pajarito azul que diariamente conecta sin intermediarios a la corporación con el hermano –que no viceversa, ojo al detalle-, habilitando una rapidez informativa impensable una década atrás, cuando el mail suponía un recurso que aún sólo unos pocos utilizaban de cara a comunicar actos o cabildos, siendo inaudito que la carta se desterrase a la hora de notificar a los hermanos sobre las novedades puntuales.

Un ejemplo estándar del uso que dan las corporaciones a Twitter lo tenemos en la clásica y señera hermandad del Gran Poder (@HdadGranPoder), que a pesar de tener dos años de existencia en las lides tuiteras –nació en 2014- muestra un excelente manejo de la herramienta, no dejando los contenidos inconclusos a merced de links a Facebook, como es el caso de la popular Hermandad de La Macarena (@Hdad_Macarena), y reforzando con material audiovisual y hashtags los 700 tuits que llevan publicados. La cuenta eso sí, es usada como mero altavoz, sin mantener interacción alguna con sus 15.000 seguidores: ni replys ni retuits, una tónica general que mantienen muchas hermandades quizás por falta de tiempo para ser llevadas o simplemente porque no quieren extralimitarse en la función “seria” que le han otorgado a este medio.

La hermandad de Los Estudiantes (@Hdadestudiantes), al contrario que una amplia mayoría sí le da un tono desenfadado a su timeline, en él no se limitan a informar puntualmente de las funciones y eventos de la congregación, sino que yendo más allá se hacen eco de comentarios de seguidores, comparten con sus 11.220 seguidores momentos íntimos de su vida interna como el montaje de los pasos y realizan publicaciones alusivas a la acción social que llevan a cabo en el Rectorado: donaciones de sangre, colectas, etc. Es una línea que continúan hermandades jóvenes como la de La Sed (@hermandadsed), que hasta comparte fotos de encuentros de su grupo joven con residencias Erasmus dentro de su goteo de tuits.

Acercar imágenes irrepetibles de manera instantánea a quienes no pueden estar cerca es otra de las jugosas opciones que ofrece Twitter, y en Triana, el community de La Esperanza (@EspDeTriana) ha sabido exprimir esta opción tuiteando durante la reciente Cuaresma en tiempo real el destacado y solemne vía crucis que lleva a la talla del Cristo de las Tres Caídas desde la Capilla de los Marineros a la Parroquia de Santa Ana, dando un paso al frente en la proyección mediática de sus titulares.

El asentamiento de las hermandades en Twitter ha provocado que algunas redefinan su estrategia llegando incluso a modificar el nombre con el que originariamente fueron creadas. La Redención, que comenzó denominándose @RedencionRocio modificó su nick a @Hdad_Redencion, facilitando así su búsqueda en redes.

Una fórmula que ha cundido hondamente en las corporaciones es la de dar vida a Twitter bien pasadas la Cuaresma y la Semana Santa, promoviendo así actividades, experiencias y concursos en los meses sucesivos.

En resumidas cuentas, puede apreciarse una sorprendente evolución en el control de los medios por parte de las juntas de gobierno, que parecen ir aceptando poco a poco la inclusión de nuevos elementos capaces de unir a cofrades y feligreses en torno a la pantalla del ordenador o del iPhone teniendo de fondo, nunca mejor dicho, la imagen de sus devociones.

No obstante, queda bastante por afinar en busca de ese pleno en la perfecta implementación del universo del microblogging, en el que hay que reinventarse a cada rato para no oxidarse y perder fuelle en la mundialmente conocida red de los 140 caracteres.