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En la década de los 60 la Hermandad las Cigarreras sufrió momentos de inestabilidad al no tener claro cuál iba a ser su sede canónica. Desde Pasión acercaron posturas para albergarla en el Salvador.

Una conversación entre el que fuera periodista y poeta de la Generación del 27, Manuel Díez-Crespo, y Francisco Navarro, hermano mayor de Pasión entre 1988 y 1992, revela el interés que hubo desde la Archicofradía de la Iglesia del Salvador en una fusión con la Hermandad de las Cigarreras. Juan Pablo Navarro, hijo de Francisco Navarro ha hecho pública esta conversación.

El escrito está fechado el 10 de abril de 1961. Las Cigarreras se encontraba ante momentos de incertidumbre por el traslado de la fábrica de tabacos. Incluso el libro que publicaron en 2013 para conmemorar el 450 aniversario fundacional indica que “en puertas de la celebración del IV centenario de su fundación, la Hermandad se vio en la triste tesitura de encontrarse sin sede canónica a la que trasladarse, no pudiendo conmemorar sus cuatro siglos de existencia”.

Francisco Navarro se hizo hermano de las Cigarreras e inició gestiones de acercamiento entre las dos hermandades llegando a ofrecerle altar y una fusión en el futuro, según apunta el escrito que publica su hijo. Claudio Espejo, hermano mayor de las Cigarreras en la actualidad,  confirma esta información y destaca que “no había acuerdo en la titularidad de la Virgen”, porque la imagen sería la Virgen de la Victoria, pero bajo la advocación de Merced.

Bravo destaca que esta es la primera vez que ve por escrito un documento sobre este tema. “En el año 61 todavía no estaba claro que se iba a hacer aquí la capilla y no se sabía donde iba a ir la Hermandad. Hubo conversaciones a nivel de hermanos mayores, se estuvo hablando, pero no llegó a cabildo de oficiales o de hermanos”, afirma el hermano mayor de la cofradía de Los Remedios.

Fernando Hernández de Pablos era el hermano mayor de Las Cigarreras en 1963, momento en el que confirmó la construcción de una nueva capilla al lado de la fábrica de tabacos de Los Remedios. “El 9 de febrero de 1965 se acordó en cabildo general el traslado a la nueva sede.

El 23 de febrero se solicitó a la autoridad eclesiástica el traslado el Jueves Santo a la vuelta de la estación de penitencia, concediéndose el 3 de marzo. El 24 de marzo de aquél año se declaró cómo oratorio semi-público y se consagró al culto. En dicha sede canónica permanece en la actualidad”, aunque la fábrica de tabacos cesó su producción, según refleja el libro de la historia de la hermandad que preside Claudio Espejo.