Espadas reafirma el recorte de la representación consistorial
La Virgen de los Reyes llenó de fervorosos las calles del centro de la capital desde bien temprano. Este año, la polémica ha surgido por el recorte de la representación consistorial por iniciativa del nuevo alcalde Juan Espadas.
El centro de Sevilla un mes de agosto no presenta precisamente su mejor cara. La desolación de los sevillanos que permanecen en la capital durante estas fechas es palpable. Sin embargo, llegados al ecuador del mes hay un día en el que los adoquines hispalenses recobran con alegría la intensa actividad. Con una buena razón, y es que la Virgen de los Reyes cita a sus fieles a tomar el centro histórico.
Bien temprano, a las 08.00 horas la Puera de los Palos de abrió para deleite de los que allí se agrupaban para ver cómo inicia la Virgen de los Reyes su procesión. La ausencia más palpable, la del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, el cual se encuentra aún convaleciente de un problema de salud.
Mañana mágnifica en la que la temperatura ha perdonado, lo que ha propiciado aún más el gozo de peregrinar hacia el centro de Sevilla dando un paseo. Con gran puntualidad la patrona de la Archidiócesis de Sevilla, ataviada con el manto celeste de Olmo y Herminia Álvarez y su austero exorno floral compuesto por nardos y claveles, procesionaba por su elegante itinerario bajo el tintineo de las campanas.
Cabe destacar la reducción de representantes consistoriales, impuesta por el alcalde Juan Espadas, que ha hecho del cortejo un grupo más fluido en su discurrir. La banda sinfónica municipal no paró de interpretar marchas en todo momento lo que hizo aún más mágica la mañana de este 15 de agosto que olía a incienso.
Ya a las 09.30 horas la Eucaristía estacional acogió a la patrona en el interior de la Catedral, dejando al espectador vía libre para aprovechar el madrugón y pedirse una buena tostá.