Repuestos ya de la semana de feria y aún con huellas en el pavimento de la pasada Semana Santa, los cofrades se preparan para el tiempo extenso de las hermandades letíficas, tiempo de Glorias que arranca para muchos con la presentación del cartel y el pregón.
Álvaro Carmona, joven podólogo y cofrade, regaló un texto de prosa y verso en que alternaba reflexiones con vivencias, conceptos de Doctores de la Iglesia con opiniones de alguien que fue presentado por Gregorio Serrano como «cofrade militante». Quizás el presentador, si repite en el cargo tras las próximas elecciones, debe replantearse como abordar estas introducciones pregonerísticas porque pueden estarse confundiendo conceptos. Introducir al pregonero para que el público se acerque más a este como persona no debería ser una relación de su curriculum vitae y a menudo esta fórmula descontextualiza el acto.
Tras la joven y cada vez más popular marcha ‘Bajo tu Amparo’ del también joven y cada vez más popular Rubén Jordán, y ‘Glorias de Sevilla de Marvizón’, el pregonero se dispuso a anunciar el tiempo que nos aguarda.
La asistencia, moderada, la temperatura, bastante buena para lo que caía en la calle, las sillas…deberían hacerse mirar lo de las sillas…
El tiempo. Tal vez lo más comentado, sobre todo a la salida. El público sevillano acostumbrado a pregones comienza a inquietarse cuando se sobrepasa la hora y cuarto. Hay que manejar mucho la atención del respetable para que pasado ese tiempo no se empiece uno a revolver en la silla, se eche mano al móvil o se estudie la guía de Glorias como si de materia de examen se tratara.
El pregón duró alrededor de la hora y tres cuartos, añadan o resten tiempo según quien cronometre, hay quien calcula contando marchas e Himnos pero sea como fuere, la duración resultó excesiva.
Lo cortés no quita lo valiente y hay que admitir que Carmona no debió dejarse nada en el tintero. Nombró a todas las glorias, algunas con más recreo que otras, pero en esta ciudad que tanto se mide y se compara, no es asunto baladí. Hay quien se queja, por supuesto, pero imaginen cuanto tiempo habríamos estado allí si por ejemplo, le hubiera dedicado un poema a cada advocación del Rosario.
Recuerdos. El pregonero tuvo recuerdos entre sus letras para muchas personas y personajes. Antonio Martínez Alcalde, a quien rindió homenaje al poco de empezar su glosa, San Isidoro, creador de la devoción pastoreña, el Papa Francisco, de quien nadie es capaz de olvidarse, Montero Galvache, que parece ser actualmente el pregonero a recuperar, Santa Teresa, que dado el aniversario comienza a ser el perejil de todas las salsas… Incluso el primer pregonero de las Glorias tuvo cabida en las líneas.
¿Se puede? Existe un clásico debate entre si se debe o no hacer política desde el atril. Es complicado responder a si se debe, pero es fácil hacerlo a si se puede. Se puede, como poder, se puede cantar una jota si al pregonero se le antoja, pues esto es lo bueno y lo malo del menester, una vez que te nombran estás en tu derecho de hacer y decir lo que consideres, y no olvidemos que no existe derecho que no acarree una responsabilidad: los cargos con las cargas, etc. Álvaro Carmona optó por opinar, no sin cierta retranca y juego de palabras, sobre algunos aspectos sociopolíticos que creyó oportunos incluir en su pieza pregonerística. Opiniones al respecto… cada cual tendrá la suya, es tarea del pregonero ser consecuente con su decisión.
Fé, Esperanza y Caridad. Teóricamente la fé de quien se presta a un acto de este tipo se presupone, pero el pregonero quiso defender a ultranza la suya en este nuevo concepto que ahora se denomina «compromiso cristiano».
Para el pregonero la esperanza está en la juventud y por ello no faltó un recuerdo para el futuro encuentro de jóvenes cofrades que tendrá lugar en esta ciudad dentro de unos meses en torno a la Virgen de Todos Los Santos.
La caridad, término controvertido con tantos defensores como detractores, se materializó en comedores y obras asistenciales, reclamando como reclaman muchos cofrades que la mano derecha sí sepa lo que hace la izquierda. Cada pregonero da su pregón y el jueves Álvaro Carmona dio el suyo.