costalero-mromero

La prevención es fundamental para evitar problemas y los profesionales recomiendan someterse antes a un chequeo médico.

“Llevar un paso en Semana Santa como costalero constituye una actividad física muy dura y que exige una buena preparación para evitar lesiones”, explica Miguel Villafaina, jefe del servicio de fisioterapia y rehabilitación de Hospital Quirón Sagrado Corazón.

En opinión del experto, “la  prevención de lesiones debería comenzar con un chequeo médico, fundamentalmente del aparato locomotor y cardiorespiratorio, para detectar posibles patologías  que pudieran contraindicar esta actividad, lesiones que tratar o puntos débiles que predispongan a lesiones, así como determinar posibles  medidas preventivas”.

Según indica Miguel Villafaina, “realizando un trabajo preventivo es posible evitar problemas”. Por ello el especialista nos apunta  una serie de consejos para tener en cuenta antes, después y durante el esfuerzo de salir como costalero:

Durante el trabajo el costelero debe llevar la cabeza erguida y mirada al frente; contraer la musculatura abdominal y lumbar; respirar sincronizadamente, es decir al tomar aire, relajar el abdomen y, al expulsarlo, apretarlo. Además, tiene que mantener el tronco erguido con la espalda derecha y durante la carga, ayudarse entre los compañeros para mantener una postura correcta.

Como medidas generales, recomiendan los profesionales, es conveniente someterse a un reconocimiento médico previo a los ensayos; acudir al fisioterapeuta para prevenir la aparición de lesiones músculo-esqueléticas y seguir sus indicaciones para un trabajo más eficiente; practicar un entrenamiento físico específico para una preparación adecuada como costalero; trabajar la fuerza, la resistencia y la coordinación para que el trabajo físico sea lo más efectivo posible; utilizar medidas protectoras para las zonas con mayor riesgo de sufrir una lesión (fajas, vendajes funcionales, etc.); cuidar al detalle la confección del costal; vigilar su correcta posición al colocarlo; antes de sacar el paso, realizar un calentamiento adecuado para afrontar con garantías el trabajo a desarrollar; antes y después de la estación y durante los relevos, hacer ejercicios de estiramientos y movilidad liberando las articulaciones; mantener el calor corporal para no enfriar el cuerpo durante los relevos e hidratarse correctamente, bebiendo líquidos de forma continuada, en cantidades pequeñas y a temperatura ambiente.