El Cecop y la Junta Local de Seguridad han rechazado los horarios de la Madrugá, por lo que se plantea volver a los del año pasado si no se llega a un acuerdo.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha informado que hay un «solapamiento» entre El Silencio y la Macarena en su recorrido. Resulta que tras analizar y cotejar los nuevos horarios y recorridos de esta jornada nocturna, se ha detectado que la cruz de guía de la hermandad del Silencio al cruce de las calles San Miguel y Trajano a las 04.14 horas estando en la misma intersección a las 04.35 el paso de palio de la hermandad de la Macarena. Por lo que, según el Cecop, esta situación retrasaría mínimo en 21 minutos el paso del Silencio.
«Si la Macarena no pasa en el tiempo que en un principio parece ser que se había acordado, el Silencio no podría pasar y si no pasa el Silencio, se empieza a impedir el tránsito normal de las hermandades, como el caso del Gran Poder, que viene por detrás», ha dicho el alcalde.
El dispositivo de Semana Santa moviliza más de 2.700 agentes
El Ayuntamiento de Sevilla ha acogido este jueves la celebración de la junta local de seguridad destinada a ultimar el dispositivo coordinado de prevención, seguridad y salud, a desplegar con motivo de la Semana Santa y la Feria de Abril. El dispositivo especial estará formado por 1.086 policías locales, 1.646 policías nacionales y 318 guardias civil, así como efectivos del Cuerpo de Bomberos y de Protección Civil.
El Plan de Emergencia Municipal se activará el Viernes de Dolores antes las posibles aglomeraciones en el centro de la ciudad. Este plan movilizará a 1.086 agentes de la Policía Local, lo que implica la presencia diaria de 700 efectivos en las calles, incluyendo 245 para la Madrugá. Por parte del Cuerpo de Bomberos, habrá 69 efectivos diarios, mientras Protección Civil contará con 25 miembros diarios en las calles.
Ojo con las «sillitas»
Zoido además ha querido incidir que, por motivos de seguridad, las autoridades «recomiendan» que se abstenga el uso de sillas portátiles en determinadas intersecciones cuya localización y dimensiones sean sensibles a convertirse en puntos negros de aglomeraciones. Recordamos que el año pasado el debate sobre el uso de este tipo de sillitas fue bastante polémico ya que había aumentado considerablemente su presencia en la geografía del centro histórico. Estas intersecciones estarán señalizadas con indicadores disuasorios, al objeto de que los ciudadanos sean conscientes del riesgo que entraña el uso de sillitas plegables en estos espacios.
Los espacios en cuestión son el cruce de la Cuesta del Bacalao con la calle Francos y la confluencia de esta última con la Cuesta del Rosario y las calles Chapineros y San Isidoro; el cruce de las calles Laraña y Orfila; la intersección de las calles Tetuán y Rioja; el cruce de la calle Arfe y la calle Castelar; el Postigo; la confluencia de la plaza del Salvador con la Cuesta del Rosario y la calle Sagasta; la intersección de las calles San Pablo y Zaragoza; la confluencia de la calle Javier Lasso de la Vega con Orfila; la plaza del Duque de la Victoria en el arranque de la calle Alfonso XII; el arranque de la calle Águilas desde la plaza de la Alfalfa; los cruces de la Carrera Oficia; el cruce de Javier Lasso de la Vega con Trajano; la calle Jesús del Gran Poder con Santa Bárbara; la plaza del Altozano; la intersección de la calle Cuna con Cerrajería y Acetres; el cruce de Baños con Gavidia; Santa Ángela con las calles Alcázares y Jerónimo Hernández; la confluencia de la calle Caballerizas con la plaza de Pilatos y los cruces de Doña Guiomar con Zaragoza; Odreros con Boteros; Alfonso XII con El Silencio; y Doña María Coronel con Gerona.