La Hermandad de San Roque volvió en la tarde del sábado a su parroquia diez meses después de que el arzobispado decretara su cierre urgente debido al mal estado de conservación.
El mal estado de San Roque hizo saltar las alarmas en el mes de diciembre. El 11 de diciembre del pasado año los titulares fueron trasladados a la casa hermandad donde se instaló un oratorio provisional ya que más tarde recibieron culto en el convento de San Leandro donde han estado estos meses a excepción de la estación de penitencia que se realizó desde la Iglesia de Santiago.
A las siete de la tarde se celebró una eucaristía en el convento de San Leandro que daría paso al traslado de Nuestro Padre Jesús de las Penas, el Cristo de San Agustín y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza.
Durante el recorrido los titulares visitaron la Iglesia de Santiago donde se rezó delante de los titulares de la Hermandad de la Redención. Proseguidamente el cortejo buscó la Capilla de los Negritos donde se unió al traslado la Virgen de la Sierra, la otra corporación que tiene como sede la Capilla de San Roque.
Traslado con mucho público en el que los asistentes pudieron ver al Cristo de San Agustín por las calles de ciudad, una imagen que no se repetía desde hace décadas ya que esta talla, que fue la gran devoción de la ciudad siglos atrás, actualmente no procesiona.
El domingo el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina, presidirá una misa en acción de gracias en la ya reabierta al culto Parroquia de San Roque.