Si desde el primer momento la Semana Santa tiene un final que se palpa en el ambiente, el Jueves Santo es el signo inequívoco de que esto se termina…

Oficios, mantillas, iglesias… Es una jornada que comienza temprano y se prolonga hasta el infinito de la Madrugá, es el perfecto equilibrio, la justa medida.

Si el Sol quiere, ojalá quiera, dará de plano en la calle Recaredo donde la respetable bulla espera a esa hermandad que en su día fundaron esclavos negros, que ya lo decía Barbeito, en esta ciudad puedes empezar siendo nadie…  Una amiga dice que esta cofradía merece la pena verla en cualquier parte, pero si hay que recomendar un momento, en su camino de vuelta es especial el momento en San Esteban.
Pero en la ciudad de los contrastes no es el único punto que sobre esa hora hervirá de bullicio e impaciencia.  Por Los Terceros, lugar del exilio de los que no pueden habitar en Santa Catalina, niños y mayores esperarán ver aparecer ese imponente pasocristo… Y lejos de allí, cruzando el río, una cofradía que aunque para los posmodernos ahora se la apele de otra forma, para quien escribe siempre será Las Cigarreras, porque fué el amor de estas trabajadoras el que durante muchos años mantuvo viva la llama de una hermandad que tuvo mil sedes, que enamoró a reyes y reinas; y aunque ahora el tabaco sea impopular, siempre pensaré con cariño en esa cofradía así, la de las cigarreras…
Se arremolinará la gente entorno a la Plaza de Los Carros y la calle Feria, y los ecos de esa alegría traspasarán el Jueves Santo y como pedía Francis Segura en su pregón del año pasado, no faltará de nada…
Comenzará a caer la noche, se repetirán estampas que llevan siglos sucediéndose, y por la Magdalena el silencio lo cubrirá todo mientras Cristo, que se ha adelantado a morir, es descendido.
Antes de que llegue sabremos que está llegando, El Valle siempre se presiente como esas cosas sempiternas que llevan ahí toda la vida. El misterio de Bilbao, la Virgen de los ojos verdes, esa marcha que es como un pensamiento colectivo del Jueves Santo…
No querremos que se acabe el día pero Pasión así lo indica. Entre el negro ruán aparecerá ese inconfundible paso de plata, una joya que se hace esperar, como todo lo bueno, y que antecederá a una dolorosa que ahora llora su pena con acompañamiento musical, sin que esto le quite un ápice de seriedad a un cortejo que dibuja la imaginaria línea entre el fin del Jueves y la proximidad de la  Madrugá…

Estrella Aguilera, en Twitter @estrellaguilera recomienda: «A mí me encanta esa salida de Monte-Sión, esa calle y esa plaza, con ese sabor como a pueblo…»
Antonio Aranda, en Twitter @callejonero recomienda: «La salida de Los Negritos, con el sol dando de pleno… Bulla de globos y un Cristo en silencio rompiendo en dos la tarde.»
Miguel Laborda, en Twitter @anmilamar recomienda: «Ver la entrada del Valle. Es como despedirte del Jueves Santo cuando ya empieza a oler a Madrugá».

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...