El sentido del oído debajo de un paso es esencial para seguir las directrices del capataz. Jorge Martín Castañeda (Sevilla, 1996), no lo necesita. Tiene una discapacidad auditiva que le obliga a utilizar un aparato para poder oír. Cada vez que se enfunda su costal para meterse bajo las trabajaderas, se lo quita, perdiendo por completo el sentido del oído.
Trabaja en El Corte Inglés, y, confiesa, la pandemia ha dificultado con creces su forma de comunicarse con los demás. Jorge tiene la habilidad de leer los labios casi a la perfección, y la obligatoriedad de las mascarillas ha hecho más difícil aún el poder comunicarse con la gente que le rodea.
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