Increíble, lo más increíble que he visto en los últimos tiempos, lo más increíble de lo divino y lo humano, impensable, tanto que no habría apostado por una jornada como esta, y me alegro tanto de haberme equivocado…
Sinceramente, tanto meteorólogo estrella, tanta tecnología del cielo, tanta confusión entre lo que es débil, lo que es disperso, lo que es molesto… Con un cielo plomizo y la mojada de ayer en el Salvador tan presente, me costaba creer que pudiera salir bien una jornada en la que comenzó a aterrarme la determinación de algunas hermandades a la hora de poner sus pasos en la calle.
La verdad es que incluso me eché a temblar con afirmaciones del tipo: Saldremos a la calle y esperemos que las previsiones se equivoquen. Pero ciertamente ha sido una gozada tener una jornada completa y que incluso cofradías tan lejanas como las que procesionaban hoy; El Polígono, Santa Genoveva o San Gonzalo, no hayan tenido incidencias que lamentar.
Incluso, por desgracia para mí, algo de pesimismo se me había instalado en el alma y tardé en decidirme a pisar las calles, temerosa de que en algún momento todo volviera a estropearse. Y la calle se llenó de gente, aunque el sol estaba tímido y el azahar más aún. Casi estamos consiguiendo una Semana Santa de toque otoñal, pero ni el molesto viento que apaga candelerías y ciriales pudo evitar que absolutamente todas las cofradías se pusieran en la calle, algunas incluso con una puntualidad nunca vista.
Por más satisfacción que me de haber podido ver una jornada más el andar trianero, la sobriedad de Santa Marta o la elegancia del Museo y la Vera-Cruz, hoy para mí, como les pasará a muchos, es la previa, el día de antes. Mañana debe salir mi cofradía y las previsiones son menos halagüeñas que las de hoy. Envidia sana me dan los vecinos de La Redención que han tenido una estación tan buena; envidia sana Las Aguas que en su día fueron vecinos de la collación.
De hecho me habría gustado agotar la jornada, llevarla al límite de esperar con paciencia al Museo y verlo entrar, pero sea como sea lo que las nubes nos tienen preparado para mañana, será un día largo y dormir un puñado de horas aceptables estaría bien por una vez.