El Misterio de La Cena bajo el aguacero a los pocos minutos de su salida/ @FranVergara94

La lluvia interrumpió los itinerarios de cinco hermandades y suspendió el de otras tres. Sólo La Estrella hizo la Carrera Oficial al completo rodeade de una marea de público deseoso de ver cofradías en la calle.

Crónica de Ángel Espínola. Información e imágenes con la colaboración de Candela Vázquez, Juan Carlos Romero, Carlos Álvarez, Laura Contreras, Mercedes Serrato, Christopher Rivas, Alejandro Balbuena y Paco Cordero.

Pinceladas cofrades del Domingo de Ramos: intentos por Mercedes Serrato

Domingo de Ramos, a Sevilla le tocaba brillar con luz propia, convertirse en el centro de todas las miradas. Pero estamos en primavera y la naturaleza no entiende de ilusiones. El clima fue caótico. La lluvia, de ahora sí ahora no. Y la jornada acabó dejando un regusto amargo que confirma los malos presagios de muchos entendidos de la metereología.

A pesar de todo, el Domingo de Ramos amaneció soleado, alegre, jovial. La Paz, La Borriquita, Jesús Despojado, La Hiniesta y La Cena pusieron sus cruces de guía en la calle sin pensárselo mucho. Eso sí, moviendo sus pasos a un ritmo algo más rápido de lo habitual. La Paz, por ejemplo, llegaba a Puerta Jerez con más de media hora de adelanto, con poca gente aún para disfrutar de sus sobrios andares.

Lo cierto es que nada era sospechoso en el ambiente. Pero el cielo cambió el chip. Llegaron las nubes, seguidos por nubarrones. Y agua, mucha agua. Y todos los cortejos rotos: que si regresar al templo (La Borriquita, La Hiniesta, La Cena,), que si guarecerse en templo ajeno (Jesús Despojado, en la Anunciación), que si ampararse bajo el primer techo a mano (La Paz: el misterio bajo el arquillo del Ayuntamiento, el palio bajo el Postigo). Cualquier decisión era urgente.   

A partir de entonces, ya nada fue igual. La Estrella reivindicó el calificativo de «la valiente» y salió, en condiciones similares a las del año anterior, siendo la única Hermandad que completó la Carrera Oficial. Euforia evidente en San Jacinto. Jesús de las Penas salía derrochando arte, metiendo el izquierdo hasta en la primera revirá. Iba el paso de misterio desprendiendo aroma a Triana. Algo más rápida llevaban a La Estrella, que hacía chicotás muy largas, casi imposibles. Nadie podía fiarse ya del cielo.

La desconfianza, en cambio, jugó malas pasadas a La Amargura y El Amor, que decidieron no salir cuando la lluvia ya había firmado la tregua. Retirada de nubes que sí aprovecharon La Paz y Jesús Despojado para volver a sus templos. Ésta última pidió incluso al Consejo retomar su recorrido inicial (desde la Anunciación a Campana y el resto según lo previsto), pero no fue posible. San Roque, por su parte, dijo no cuando aún llovía, quedándose Sevilla sin el cirineo más famoso de su Semana Santa.

Los tres cortejos que sobrevivían ya muriendo el Domingo de Ramos (La Estrella, La Paz y Jesús Despojado), acapararon toda la multitud presente en las calles. Multitud de ciudadanos con la sensación de haber vivido esto antes, en concreto hace uno o dos años.

Por suerte, aún queda mucha semana, y las ilusiones del cofrade siguen casi intactas. Habrá que mirar al cielo cada mañana, tener paciencia y sobretodo, disfrutar de cuantas hermandades salgan.

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 La lluvia sobre el Misterio de La Cena (@7vueltas)

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