Un año más, el martes anterior al Martes Santo, se llevó a cabo el tradicional Pregón del Costalero, que este año corrió a cargo del abogado sevillano y Hermano Mayor de la Estrella, Manuel Domínguez del Barco.
A causa de la lluvia, este año el XXXIII Pregón del Costalero de la Hermandad de San Esteban, que en los últimos tiempos tiene lugar en el Patio principal de la Casa Ducal de Medinaceli, Casa de Pilatos, el acto se desarrolló en las antiguas caballerizas. Domínguez del Barco comenzó su pregón con una introducción que incluso siendo generosos, podría recordar al mejor Barbeito. Tras esto se desarrolló un pregón cargado de Triana, su devoción a la Estrella, mucha fe, y en un segundo plano, el mundo del costal y los capataces.
También don Manuel aprovechó para realizar una defensa, casi acalorada, hacia el arzobispo, Monseñor Asenjo; defensa que en cierto modo desconcertó al público, pero si hay algo que no se puede olvidar, es que cada uno da su pregón. También hubo recuerdos para los dos últimos Papas y el actual.
El pregón no se extendió en demasía, tampoco el material parecía dar oportunidad a ello, y a su conclusión, la Hermandad de San Esteban estrenó tocada por la coloquialmente conocida como Banda de las Cigarreras, la marcha Luz de San Esteban que don Abel Moreno ha compuesto para la Virgen de los Desamparados.
El pregonero fue obsequiado por el ya tradicional regalo que antes que él recibieron pregoneros como Carlos Herrera, Antonio García Barbeito, Salvador Távora o Aurelio Verde; un niño Jesús ataviado de costalero.