La festividad de la Virgen de los Reyes ha tenido hoy su día más atípico, sin procesión y rezando por el fin de una pandemia que ha cambiado incluso nuestra forma de vivir.
Con el aforo limitado a solo 611 personas, la Catedral abría hoy sus puertas para dar paso a los fieles en un evento muy diferente del que se celebraba hace un año: sin aglomeraciones, sin apenas contacto y sin grandes peregrinaciones.
La misa tenía lugar esta mañana, aunque la Catedral abría ya a las cinco de la mañana para que comenzase el goteo de fieles que pasaban a ver a la Virgen de los Reyes. Luis Rueda, prefecto de Liturgia de la catedral, señalaba que «hoy la Virgen no procesiona; procesionamos nosotros ante ella». La Virgen de los Reyes estará a los pies del Altar del Jubileo hasta las 14:00 horas, para que los fieles puedan venerarla. Patrona de la Archidiócesis y de Sevilla, hoy ha sido situada en esa posición por el Día de la Asunción de la Virgen. Un acontecimiento inédito en la Iglesia en Sevilla.
Ya en la misa, monseñor Asenjo ha concluido su homilía con un mensaje de actualidad, llamando a las autoridades políticas a «trabajar unidos y buscar el bien común de todos los españoles». Reza por los enfermos y los sufren, ha recordado, «por nuestras familias y por Sevilla».
