Foto: Álvaro Ballén

Los pronósticos eran regulares, pero algo ocurrió, puede que un milagro y el día se salvó, cuando parecía complicado, dejando nuevas pinceladas de una jornada completa e intensa.

Algunos comentaristas radiofónicos deberían pensar en lo que van a contar o cómo contarlo un poco más. Todos somos humanos, y me merece muchísimo respeto el esfuerzo de estar hablando tanto tiempo, convirtiendo en imágenes sonoras lo que pasa ante ellos, pero hay fallos garrafales que son intolerables llegado cierto punto, además de que es para tirarse de los pelos cuando se repiten sistemáticamente.

Seguimos siendo igual de guarros que el domingo, las calles siguen siendo un paisaje desolador que se aleja de la definición de limpio; pero claro, como dice un amigo mío, no puede esperarse más cuando nuestro Ayuntamiento contabiliza la participación ciudadana en estos días en proporción a los kilos de basura.

Puedo tachar algo de esa lista de elementos cofrades que deben reunirse en una Semana Santa, escuchada en directo a pie de calle una saeta del Peregil. Impresionante el capataz que recuerda que si alguien quiere mandar bajo el paso, que se quite la ropa de costalero y se busque un paso donde le dejen el martillo…

Aunque para increíble el que se autodedicó una levantá diciendo que iba para el mejor capataz de Sevilla y citaba su nombre.

Nazareno de Los Panaderos entrega picos a una niña, esta empieza a comerlos y al poco añade: “Esto es que estaría más bueno con jamón”

En la Alameda se vió una procesión singular, y no hablo del Carmen Doloroso. El verbo parece haberse hecho carne y un peculiar Cristo representaba su calvario; Pepe Fuentes, para más señas.

Se sigue observando ese fenómeno que ya se apreció el año pasado en que los costaleros demuestran sumo placer por levantar tan fuerte que roza la brutalidad, arengando su fuerza y el destrozo. Nadie recuerda, ni nadie parece querer recordar que todo el conjunto de un paso sufre muchísimo con esto, imagino que no parecerá importante. 

Chispea en la Alfalfa ante el palio del Cristo de Burgos. Cunde el pánico un minuto, tal vez menos. La cofradía entró seca y a salvo.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...