El Cristo de La Sed, a su paso por las 'setas'/angelespinola

Pinceladas cofrades del Miércoles Santo

Tras un martes aciago y lleno de una tristeza que nadie querrá recordar, Sevilla tenía ayer ganas de Semana Santa.

 

Las buenas noticias las trajo la Hermandad de La Sed, que puso su cruz de guía en la calle en su horario habitual. La lluvia, por tanto, no angustiaría a tantas almas como hizo el martes. Acogedor el barrio de Nervión ante sus titulares. «¡Qué paseo te vamos a dar por la ciudad de los sueños!», le gritaba el capataz a la Virgen de Consolación. Ahí es nada.

La Sed fue la primera del miércoles en pasar bajo el Metrosolparasol, creando una estampa hermosa, un contraste que describía muy bien la forma de ser de los sevillanos. El paso de palio, con la de los ojos azules dentro, se lucía ante la mirada del foráneo, siempre atento para no perder detalle.

El misterio de El Carmen sale justo por la puerta del Omnium Sanctorum/aneglespibolaAntes de este pasaje de la Semana Santa 2011 se había producido otro igual de especial. Salía El Carmen Doloroso también puntual. A las 14:50 en punto, ni un suizo lo hubiera hecho igual. Mágica la salida del misterio, casi no cabe, incluso roza con la puerta del Omnium Sanctorum uno de los candelabros del majestuoso paso.

Y qué decir de los andares. Pues que Palio de El Carmen Doloroso/angelespinolaaquello iba sobre los pies, saliendo con el izquierdo a la más mínima. Y que se despidió de su gente, tras una larguísima chicotá, con un pasito atrás de los que convierten el ole en idioma universal.

El paso de palio, que también sale justo, tuvo su habitual estampa marinera. Con su Salve y su llamador en forma de barquilla. Muy bonita la talla, que lleva pocos años procesionando pero que se ha consolidado como una de las dolorosas más bellas de la semana.

Y del Carmen, al Baratillo. Por Pastor y Landero la Banda del Sol exhibía repertorio ante el cristo yacente de la Misericordia. Es sobrio el caminar, pero no por ello poco sublime.

La Virgen de la Caridad, funciona mejor cuando se mueve al son de la marcha que lleva su nombre: Caridad del Guadalquivir. Extremadamente bordado el palio, que deslumbra con sus costuras de oro.

Francos, una calle con duende

Trasera del primer paso de El Baratillo/aneglespinolaComenzaba a gestarse el triunfo de Copa del Real Madrid cuando asomaba por el final de la calle Francos, cerca de Chapineros, el Cristo del Buen Fin. Muy austero siempre, pero con una elegancia exquisita. La misma que demostró el paso de la Señora de la Palma que, eso sí, rozó sus bambalinas contra uno de los bajísimos balcones de los que hay por las calles del Centro. Un error que quizás pudo haberse evitado.

Por la misma plazuela frente a Tiendas Peyre aparecía al poco La Lanzada. Una cofradía que atesora uno de los mejores pasos de misterio de cuantos procesionan en la Semana Santa. Espectacular, con su Longinos a lomos de un corcel, lo que le da a la escena un carácter desgarrador. La virgen del Buen Fin, recibía saetas en la ya noche sevillana.

Nuestra Señora del Buen Fin, de la Hermandad de La Lanzada/angelespinolaSubieron después la cuesta del bacalao las hermandades del Cristo de Burgos y Los Panaderos. La primera, gusta por su seriedad, por el silencio que provoca el crucificado, por ese incienso tan particular y por llevar detrás una dolorosa realmente bella, que se encargan de endulzar más si cabe los chavales de Tejera, una banda a  la que hasta los extranjeros felicitan.

De Los Panaderos, poco más que halagos se pueden comentar. Porque que necesite dos marchas para acabar una revirá, luciendo de costero a costero durante el giro, y que ya yendo a tambor se despida de la cuesta el bacalao con un paso atrás sólo tiene un calificativo: Arte. El que tienen sus costaleros y los de la banda que acompañan a tan lujoso paso de misterio. Las Cigarreras tiraron de repertorio nuevo y el asistente lo agradeció con aplausos. No anda peor la Virgen de Regla, con su peculiar color rojizo en el manto y con la exquisita música que generan las bambalinas.

El paso de Los Panaderos por la calle Francos fue todo un espectáculo/angelespinola

Cristiano Ronaldo se había metido ya la primera botella de champán por el cuerpo cuando otros cristianos, estos con un poquito más de arte que el portugués, arropaban a la hermandad de Las Siete Palabras en su recogida. Apoyo necesario que contrasta con la desangelada entrada que había tenido años atrás. Bellos los tres pasos, que despidieron una jornada espléndida en cuanto a tiempo como a cofradías.

Habrá que esperar para ver si la tregua continúa o la lluvia vuelve a tomar el protagonismo de la Semana Santa de Sevilla. De no hacerlo, aún queda mucho que disfrutar al cofrade sevillano.

Paso de misterio de Las Siete Palabras/angelespinola

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