Sr. Director:

De un tiempo a esta parte vienen pronunciándose en la mayoría de los medios de comunicación las opiniones de los nuevos voceros de la radicalidad ecologista y que no tienen mejor cosa que hacer que dedicarse a denostar y tirar por tierra, tomándolo por costumbre, el nombre de mi pueblo Villamanrique de la Condesa y con ello el nuestro, el de los manriqueños.

La excusa o la razón para atacar tan vil y cobardemente a este pueblo no es otra, por lo menos así lo dan a entender, es hacerlo desde el desconocimiento, la nocturnidad y la alevosía que la etiqueta de la que presumen, ecologismo, hace que sus voces sean tenida en cuenta, ya que la marca hace mucho y claro está, tiene repercusión en el mundo mundial de lo mediático.

Pero claro, lo que no saben estos listillos es que aquí, en Villamanrique y en muchos pueblos de la comarca, sus opiniones y punto de vista están más que calados, y a pesar de sus continuos ataques y su lugar privilegiado en todos los medios de comunicación habidos y por haber, no pueden o no quieren ni lo pretenden, ya no sólo decir la verdad a cerca de la realidad de Doñana, ni del lince ibérico, ni de la movilidad de esta comarca y mucho menos, de soluciones para que el problema de la supervivencia del lince se solucione de una vez por todas.

Ustedes se preguntarán por qué…pero la razón está ahí, a la luz de todos, al alcance de la lógica, de la honestidad y de la claridad de las cosas: sencillamente porque al solucionar el problema a estos nuevos ecolistos se les acabaría el chollo.

Así, estos ecolistos crean una cortina de humo para que no se sepa mucho o nada a cerca de las enfermedades que sí están terminando con la población de lince en Doñana, sobre todo las enfermedades desarrolladas por los felinos criados en cautividad, seguramente debidas a la consanguinidad de los animales que ven reducida la variedad genética de su especie haciendo que la misma enfermedad se dé en la mayoría de los nuevos nacimientos de los mismos; tampoco dicen nada y omiten, malintencionadamente, el verdadero problema de la especie que no es otro que su alimentación, debido a la poca o escasa población de conejos, base de su alimentación y también a las enfermedades de estos que después, a través de la cadena alimenticia natural, pasa a los pobrecitos linces que, sin culpa ninguna, se ven envueltos en un bucle de enfermedades que por lo visto, todos los que están chupando del bote de las subvenciones y del dineral que anualmente viene para la conservación de la especie, pretenden seguir cobrando pero sin abarcar solución a la vista y a corto plazo que venga a desarrollar la supervivencia definitiva y para siempre de la especie, simplemente porque no les interesa perder esos cuartos.

Tampoco dicen nada y omiten, malintencionadamente, las muertes por atropello que se dan en otras carreteras de Doñana, que sí pasan por el verdadero parque nacional, como es la carretera Almonte-Matalascañas, porque esa vía de comunicación, que no cuenta con ninguna o pocas medidas protectoras para la protección de las especies, es donde más atropellos de linces se produce, la que más tráfico soporta…incluso se está deliberadamente ampliando con la variante del Rocío…que no es más que la construcción de un redoble de los carriles que soporta esta carretera y por lo tanto, hará que más tráfico y más peligro se ciernan sobre ella…

Luego, como están viendo estos ecolistos que ya la opinión pública esté cansada de que el dinero público y de todos se malgaste sin resultados considerables y aparente, pues no tiene más ocurrencias que hacer creer a la gente que el único y absoluto problema de Doñana y de los linces es la carretera Villamanrique- El Rocío…única carretera de la comarca que cumple con todos los requisitos habidos y por haber para la conservación, ya no sólo del lince ibérico sino de toda la fauna y flora de nuestro valioso entorno.

En Villamanrique, la conciencia ecologista está más que demostrada a lo largo de miles de años en los que nosotros, los manriqueños y el resto de pueblos de la comarca, hemos sabido desarrollar y de convivir en perfecta armonía con la naturaleza sin ningún tipo de cortapisas y de trabas… pero ahora, con la calumnia y el poco respeto de las mentiras que sueltan esta nueva especie colonizadora de Doñana, los Ecolistos… que pretenden encubrir sus fracasos y sus continuas faltas a la verdad con tal de seguir trincando de la teta gorda de nuestros impuestos, del de todos los europeos, los españoles y los andaluces…para tirar por tierra la verdad de la realidad de esta comarca, la de Doñana, que a todas luces, cualquier agricultor, cualquier persona de pueblo y a mucha honra, le puede dar clases de sostenibilidad, ecologismo y protección de la naturaleza y medioambiente a todos estos nuevos abanderados y salvadores de Doñana que, mediante la calumnia y la mentira, tan solo pretenden que sus modus operandi no sea descubierto para los ajenos al tema en cuestión y así seguir campando a sus anchas, haciendo y deshaciendo a su voluntad y antojo, siempre de espaldas y contrarios a la opinión y realidad que en Villamanrique y en la mayoría de los pueblos de nuestra comarca, sabríamos explicarles de la manera más sencilla y más económica que la que ellos practica.

Pero claro, eso a estos nuevos voceros de la calumnia y la mentira ecolista no les interesa.

Diego Rodríguez Solís

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...