El fracaso escolar tiene tantas vertientes, como son las maneras y los modos de vivir la sociedad actual.

Si buscamos alternativas al estudio, sin sopesar que lo principal para adquirir formación es estudiar, no busquemos otras actividades (que muchas veces encubren sueños nuestros, de algo que nos hubiera gustado ser) que menoscaban en gran manera la dedicación al estudio. Y los “codos” siguen siendo imprescindibles en la persona normal para lograr el éxito escolar, a no ser que se trate de un superdotado, que los hay.

Si damos clase de danza, o de música o de lo que sea. Lucha o boxeo, y no nos vamos a dedicar a ello, no lo antepagamos a lo que verdaderamente lo que nos interesa. Estudiar. Y aún dedicándonos a estas profesiones, el abrir los libros nos hará ser algo más que un “robot” en unas materias determinadas. La adquisición de una cultura que nos haga capaces de hablar de algo más que de futbol, de flauta, o de esgrima boxística.

Hay que dedicar un tiempo y un sosiego, mayor o menor, según la capacidad intelectual de cada cual, para que el éxito corone el final de cada curso- El terminar la carrera profesional que cada uno haya elegido.

La realización y la perfección o la casi perfección en el ejercicio de una profesión está en entender el reto que impone la sociedad. La sociedad nos hará luchar entre el ser o el tener, y a esto último es a lo que nos invita continuamente, intentando absorbernos la sociedad actual.

Alfredo Hernández Sacristán (Jerez)