Seguro que últimamente habréis escuchado hablar de la espirulina, el superalimento que cada vez se está consumiendo más en España.
La espirulina (Spirulina máxima), es una microalga multicelular y filamentosa de tonos verdes y azules a la que se le atribuyen un sinfín de propiedades beneficiosas para la salud, desde prevenir el envejecimiento hasta su capacidad para acabar con los virus y resistir la contaminación por metales pesados como el plomo.
Puede resultar interesante como complemento en caso de anemia, ya que favorece la producción de glóbulos rojos, por su riqueza en clorofila, hierro y ácido fólico.
En dietas hipocalóricas puede resultar también muy beneficiosa para compensar las deficiencias nutritivas, por su contenido en vitaminas (A, B1, B2, B3, B5, B6, B9, B12, E, D, K) y minerales (potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro, zinc…). Además puede ser una importante ayuda para el organismo frente al esfuerzo físico y en estados carenciales si se siguen dietas desequilibradas.
Su contenido en vitaminas del grupo B y ciertos minerales le confiere la propiedad de un complemento dietético adecuado para la piel y reforzar las uñas.
No contiene yodo, como ocurre en el caso de las otras algas marinas, y sólo tiene un 7% de grasa, que en su mayor parte son ácidos grasos esenciales que forman parte de la membrana celular de todas las células de nuestro cuerpo. También presenta clorofila en su composición (de ahí su color verde), que le confiere la propiedad de favorecer la digestión.
También se recomienda el uso de espirulina en retrasos de crecimiento, preparación de exámenes, alteraciones de memoria, agotamiento físico e intelectual, estrés, convalecencias. Útil también como complemento en pacientes hipertensos y en mujeres con tensión premestrual, en estreñimiento, gastritis y úlceras gastroduodenales.
Aunque muchos autores le dan a la espirulina propiedades adelgazantes, lo cierto es que investigadores científicos no han podido demostrar ese hecho. En la investigación que se llevó a cabo con ratas, los investigadores comprobaron durante el periodo de prueba que la ingesta de alimentos (y por tanto de calorías) fue prácticamente la misma tanto en el grupo control como en los animales que recibieron el complemento de espirulina. Por tanto, no pudieron constatar la acción esperada de este alga en el control del apetito y la saciedad.
Podemos encontrarla en tiendas de productos naturales, su presentación será en polvo, tabletas o cápsulas. Según su presentación la forma en que debe ser consumida cambiará ya que la concentración de principios activos varía. Normalmente encontraremos la dosis en el envase, si no podrá ser prescrita y supervisada por una persona experta en nutrición y en complementos dietéticos.